Simplicidad de Dios.
¡Oh, y qué ansias tiene Jesucristo de unirse a nuestra alma en la sagrada comunión! Con deseo deseé comer esta Pascua con vosotros antes de padecer, así dijo en la noche de la institución de este sacramento de amor. Con deseo deseé: así le hizo exclamar el amor inmenso que nos tenía, comenta san Lorenzo Justiniano. Y, para que con mayor facilidad pudiéramos recibirlo, quiso ocultarse bajo las especies de pan. Si se hubiera ocultado bajo las apariencias de un aliento raro o de subido precio, los pobres quedarían privados de él; pero no; Jesucristo quiso quedarse bajo las especies de pan, que es barato y todos los pueden hallar, para que todos y en todos los países lo puedan hallar y recibir.
“Práctica de amor a Jesucristo” – San Alfonso María de Ligorio
Comentario:
Dios ha elegido el pan para quedarse en forma eucarística entre los hombres. Y con la elección de este alimento tan sencillo y barato, nos ha querido mostrar que Él es infinitamente sencillo y está al alcance del pobre, que Dios quiere simplicidad también en sus fieles, que deben imitar a Dios y ser simples y sencillos como Él, y también humildes, como lo es el pan. Nunca trabajaremos lo suficiente para ser sencillos, porque como hombres que somos muchas veces complicamos las cosas y hacemos difícil lo que es fácil. Dios es simple, la Verdad es simple, los Mandamientos son simples, el que complica todo es el hombre y los teólogos presuntuosos que hablan con palabras difíciles y tienen tan poco amor a Dios en sus discursos fríos y grandilocuentes. Pero recordemos que Dios se ha manifestado en Belén a gente sencilla, a los pastores, y que a lo largo de los siglos la Virgen cuando se ha aparecido en la tierra, ha hablado a gente muy sencilla. Entonces no compliquemos las cosas y vivamos tranquilos y contentos, en paz y descansando sobre el Corazón de Dios. Si recibimos la Eucaristía frecuentemente, entonces nos haremos cada vez más sencillos y entenderemos mejor a Dios y le amaremos más, porque nos iremos transformando en Él mismo.