Es tiempo de volver la mirada a los ángeles estos seres invisibles, para invocarlos y decirles que nos presten ayuda, consuelo, guía y fortaleza en estos tiempos de tribulación, confusión y de lucha espiritual.
Por ello te invito a que levantes tus ojos, levanta tu corazón y descubre la ayuda y presencia de estos seres espirituales que están en medio de nosotros y nos rodean prestándonos toda su asistencia y ayuda.
Cuando alcemos nuestros ojos y veamos más allá, vamos a descubrir que la armonía en la creación, de acuerdo con los que nos enseña la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia, es mantenida por la obra de los ángeles.
San Miguel Arcángel tiene la misión de ayudar a los enfermos. Esta misión se une de manera armónica a la tarea de ver por el bienestar de aquellos a los cuales ha sido encargado de proteger.
Y es que han sido varios los episodios en que este glorioso arcángel, jefe de la milicia celestial, ha intervenido librando a la humanidad de la peste funesta.
ORACION
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel,
príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales,
custodio y defensor de las almas,
guarda de la Iglesia,
vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales.
Humildemente te rogamos,
te dignes librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza;
que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda
y que, mediante tu incomparable protección
adelantemos cada vez más en el servicio del Señor;
que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida,
especialmente en el trance de la muerte,
para que, defendidos por tu poder
del infernal dragón y de todas sus asechanzas,
cuando salgamos de este mundo
seamos presentados por ti,
libres de toda culpa, ante la Divina Majestad. Amén.