El poder que tiene el Ave María independiente del Rosario.
El Ave María es una oración muy poderosa, de la que pocas veces tenemos conciencia en forma independiente, porque la recitamos dentro del Rosario.
Sí tenemos conciencia del poder del Rosario en su conjunto.
Pero no caemos en la cuenta que el Ave María es el alma del Rosario, porque es la oración mariana de la devoción y además la que se recita más veces en ella.
Es la recitación repetitiva del Ave María la que produce el clima de tranquilidad y elevación espiritual que se adjudica al Rosario.
Aquí hablaremos sobre el Ave María, de donde surge su texto, qué dice la Santísima Virgen sobre su recitación y qué importancia le da, y cuáles son las evidencias sobre su eficacia, recitada incluso en forma independiente del Rosario.
Los cristianos de todos los tiempos han encontrado inspiración y alegría, consuelo y fuerzas, en el rezo del Ave María.
«Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén»
El beato Antonio da Stroncone, del siglo XV, se refirió incluso a que en su tiempo era práctica común de los predicadores rezar un Ave María al comienzo de su prédica, para obtener el favor divino.
Y aún hoy algunos sacerdotes lo hacen antes de la homilía.
El Ave María es una oración que tiene toda la potencia del Cielo detrás.
Al Beato Alano della Rupe del siglo XV, que fue encargado de revitalizar la devoción del Santo Rosario por la propia Virgen María, Ella le reveló,
«Yo soy el camino escogido por Dios para llegar a los hombres; por tanto, después de recurrir a Jesús, deben recurrir a Mí para tener la gracia y las virtudes».
Y le agregó porqué la potencia del Ave María,
«Como Dios escogió el saludo angélico para realizar la Encarnación de su Verbo y la Redención de los hombres, así también los que quieren reformar las costumbres y regenerar los pueblos en Cristo Jesús Me deben honrar y dar homenaje con el mismo saludo».
Y él luego diría, de manera espléndida, lo que le pasaba cuando rezaba el Ave María,
“El Cielo está en júbilo y la Tierra en admiración cada vez que digo: Ave María.
Tengo al mundo horrorizado y el amor de Dios reina en mi corazón cuando digo: Ave María.
Mis temores se desvanecen, mis pasiones se extinguen cuando digo: Ave María.
Crezco en devoción y encuentro escrúpulos cuando digo: Ave María.
Mi esperanza se confirma y mi consuelo aumenta cuando digo: Ave María.
Mi espíritu se alegra y mi tristeza desaparece cuando digo: Ave María».
San Luis María Grignion de Montfort afirmó que los herejes están horrorizados por el Ave María, mientras que a los fieles les encanta recitarlo naturalmente.
Dijo además, que el diablo tiembla ante la oración a la Mujer que le pisaría la cabeza, anunciada por Dios en el Génesis 3:15.
Y agregó, que el Ave María «es mi segura piedra de toque para distinguir a los que son guiados por el espíritu de Dios de los que están en la ilusión del espíritu maligno».
Porque sostenía que uno de los pretextos más comunes para rechazar el Ave María, es que no está presente en las Sagradas Escrituras en forma integral.
Sin embargo esta es una falsedad total.
La primera parte, «Dios te Salve María llena eres de gracia» está en Lucas 1:28 y es el saludo que el arcángel Gabriel, enviado por la Santísima Trinidad, le dirige a María en la Anunciación.
«El Señor está contigo» también está en Lucas 1:28 palabra por palabra.
Y «Bendita tú eres entre todas las mujeres» está en Lucas 1:41 y son las palabras de Isabel, cuando la Visitación.
La segunda parte también es bíblica.
«Santa María Madre de Dios» está en Lucas 1:43, cuando Isabel le pregunta a María «¿Y por qué se me concede esto, que la madre de mi Señor venga a mí?»; decir Madre de Mi Señor es lo mismo que decir Madre de Dios.
Y «ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte» está contenido en Santiago 5:16, cuando dice «Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder»
¿Qué ser humano es más justo que la Santísima Madre?
Aunque Ella está en el cielo, escucha las oraciones de Sus hijos en la Tierra e intercede por ellos.
Esta segunda parte, las más atacada por los protestantes, quizás sea la más antigua.
Grignion de Montfort remonta su origen al Concilio de Éfeso del año 431, cuando los Padres Conciliares condenaron la herejía de Nestorio, que se oponía al uso del título «Madre de Dios» y definieron solemnemente el dogma de la Divina Maternidad de María.
El Concilio estableció que se invoque a Nuestra Señora bajo ese glorioso título con las palabras: «Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte».
Hay muchos signos de que el Ave María es una oración privilegiada por el Cielo y por María.
A Santa Matilde de Hackeborn del siglo XIII, que se preguntaba cómo saludar a Nuestra Señora de la manera más dulce posible, Ella le reveló que nadie podría darle un saludo más dulce que el Ave María, porque fue el saludo que Dios mismo le dirigió, a través de Su ángel.
Y cuando la misma santa Matilde le rogó a la Virgen que la asistiera con su presencia en la hora de la muerte, Nuestra Señora le prometió que lo haría, «pero tú, con este fin, recitarás tres Ave Marías todos los días», le dijo.
Y le enseñó que el primer Ave María debía de ser en acción de gracias al Padre celestial, por el poder que le daba; el segundo en honor del Hijo, por el don de la sabiduría; y el tercero en honor del Espíritu Santo, por la abundancia de amor con que la revistió.
Y también hay muchos signos de que el Ave María es especialmente importante para expulsar demonios en los exorcismos.
Hay una información interesante que nos da el psiquiatra Adam Blai, experto en demonología y asesor permanente de varios exorcistas, en su reciente libro «The Exorcism Files».
Dice que un hombre cayó poseído, a través del uso intensivo de la tabla Ouija y la astrología, por varios demonios de los más altos rangos, así como por el mismo satanás, y fue tan intenso que estuvo bajo su dominio por 20 años.
Estos demonios les advirtieron a los exorcistas y a los demás asesores que participaban, que les causarían problemas a quienes intentaran liberar al hombre.
Porque según decían, era muy importante para el establecimiento de un imperio satánico en este mundo.
Blai escuchó a los espíritus principales decir: «Nuestro reino sufrirá si perdemos a este».
Y efectivamente, los aliados humanos de los demonios causaron una terrible destrucción.
Los miembros de un aquelarre satánico, que también eran una banda criminal, rodearon los exorcismos y causaron estragos.
Incluso secuestraron a alguien.
Mientras la policía tuvo que intervenir y estar allí en las sesiones de exorcismo, para proteger a las personas involucradas en el exorcismo, del ataque directo de seres humanos que querían impedir la liberación.
Los demonios que poseían a la persona fueron siendo desalojados luego de una intensa lucha y llegó el momento de exorcizar a satanás.
El líder de los ángeles caídos protestó groseramente: «¡No dejaré que dañes mi reino!».
Y no reaccionaba a los sacramentales, incluso las reliquias no podían perturbarlo, porque tenía una fuerza mayor y más feroz que todos los demás demonios.
Incluso atacó físicamente a Blai con una tenacidad terrible, que no fue detallada en el libro, pero dice que duró horas.
Satanás, hablando a través del hombre que tenía como rehén, se burlaba de Blai: «Jesús escogió a las personas equivocadas para salvarlo, eres demasiado débil, no puedes hacerlo».
Pero la apertura sucedió después que Blai ofreciera varios Rosarios por el hombre y recibió el mensaje; «Bien, lo dejaremos solo por ahora. Es porque elegimos hacerlo, no por esa mujer que adoras».
Esta fue una mentira demoníaca que reveló la verdad del poder de Nuestra Señora, porque trató de hacer pasar su huida como si se apartara voluntariamente, para socavar la gran eficacia del Rosario.
Finalmente, llegó la última sesión, Blai sujetaba al hombre y rezaba Ave Marías en su oído.
Y el hombre de repente cooperó en su propia liberación.
En el mismo momento en que vio una visión sublime de Nuestra Señora exclamó: «¡Sigue orando eso, sigue orando! ¡Es tan hermosa, es tan hermosa!»
En ese momento el cuerpo del hombre tembló fuertemente y dijo que satanás había huido.
Más tarde el paciente le dijo al equipo de exorcismo que cuando su liberación estaba cerca, había visto aparecer a Nuestra Señora.
La vio fruncir el ceño ante satanás y luego Ella anunció: «Se acabó».
En ese momento exacto, el hombre fue arrebatado de las garras de satanás.
Y Blai dirá en el libro, basándose en sus muchos años de experiencia,
«A menudo sucede que María es enviada por Jesús para anunciar el final, es algo que hemos visto muchas veces, y siempre es increíblemente conmovedor escuchar la voz de amor y admiración de la persona, por Su presencia visible y por la autoridad que Jesús le ha dado».
Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre el poder del Ave María, que como generalmente se reza como una oración dentro del Rosario, se habla poco de ella, pero en realidad es el centro del Rosario, porque es la que se recita más en el Rosario.