Síntomas de los maleficios
Al igual que en las enfermedades del cuerpo o de la mente, los maleficios, hechizos, las brujerías, la magia negra y las posesiones dejan ciertas señales e indicios al interior del alma humana que indican la existencia de los mismos. En este sentido, aunque no es fácil un diagnóstico acertado, existen varios fenómenos o situaciones que permiten identificar un desequilibrio de esta naturaleza.
Que es un maleficio o "hechizo"
Es la actividad tendiente a perjudicar a alguna persona con la intervención del demonio. Casi todos los exorcistas admiten por experiencia la existencia de este fenómeno. Para efectuar un maleficio son necesarios el cliente, el mago y por lo general un objeto material. El cliente es quien encarga al brujo para que realice un maleficio a fin de ocasionar muerte, enfermedad, ruina familiar o económica a determinada persona o familia.
Los maleficios o el hechizo encausados a realizar el mal están dentro la denominada "magia negra"; los rituales tendientes a obtener suerte en el amor, buena salud, bienestar o dinero encajan dentro de la llamada "magia blanca, magia roja, magia verde, etc.", que supuestamente tienen una finalidad benévola y por tanto inofensiva; sin embargo, no nos debemos engañar por la anterior terminología pues el efecto de todo tipo de magia en muy negro, ya que detrás de toda esta fenomenología está el maligno y sus engaños. Así, tanto el que consulta al brujo o hechicero, como el artífice de este tipo de prácticas oscuras (hechizo, maleficio, brujería...) cometen un grave pecado contra el primer mandamiento de la Ley de Dios.
Por otra parte, no debemos creer que toda enfermedad, prueba, crisis familiar o de fortuna es obra de un maleficio. Siempre debemos inicialmente considerar si nuestro actuar y el estar alejados de la ley divina y de la iglesia con sus sacramentos y auxilios son la causa de nuestras vicisitudes. Solamente una conversión radical y el alejamiento del pecado puede poner fin a tantos males de la vida personal.
Según algunos exorcistas, el demonio nunca puede hacer lo que desea, ni directa ni indirectamente. Los casos de verdaderos maleficios y hechizo (en general se hacer con magia negra) no son habituales, por tanto es mejor no sugestionarse demasiado. Aunque a veces algunos de estos fenómenos pasan por permisión de Dios para revelar la existencia del demonio como una realidad de la que se debe tener cuidado e igualmente para acrecentar nuestra fe.
Ejemplos de maleficios:
Para realizar una brujería, hechizo o maleficio los brujos siempre se sirven de algún objeto. De la misma forma en que Dios se vale para comunicarnos la realidad espiritual y redentora de su gracia por medio de un signo visible y material como son los sacramentos (como por ejemplo el agua para el bautismo, la hostia para la Eucaristía, el aceite para la confirmación, etc.).
De igual manera, Satanás, conocido como el remedo de Dios, transmite su nefasta actividad espiritual por medio de objetos contaminados, el cual detona una fuerza malèfica y muy negativa al contacto con la respectiva víctima. Estos objetos son tratados o hechizados con fórmulas y rituales de magia negra que imitan de forma contraria a los sacramentos de la iglesia y al mismo tiempo dan culto de adoración al demonio.
Los exorcistas aconsejan no suministrar a otros individuos fotografías, prendas de vestir u otros objetos personales, pues personas de mala fe podrían llevarlos donde un mago y posteriormente devolverlos con su carga de negatividad. Incluso hasta imágenes y objetos religiosos son tratados por brujo y quedan hechizado (si estos no están bendecidos religiosamente con anterioridad).
Los objetos predilectos para hacer este tipo de cosas son los más pequeños debido a la dificultad de encontrarlos una vez que son tratados. Entre más tiempo estén estos objetos en contacto con la víctima más va a ser su poder devastador. Por eso, estos objetos con el poder preternatural de la magia negra y del maligno son introducidos en cosas como almohadas y colchones a fin de garantizar el contacto con la persona a quien se quiere afectar. En ocasiones, dado la cercanía con su víctima, la persona causante de estos males al ser por lo general familiar o amigo de esta primera, le da el material contaminado haciéndoselo ingerir en algún alimento o bebida.
En general, los líquidos son los medios más usados para transmitir los maleficios o el hechizo. Fragmentos de huesos, cenizas, pelos de animales y otras inmundicias reducidas a polvo pueden quedar pegados a las paredes del estómago durante meses o hasta años. Por eso es indispensable rezar antes de las comidas y cubrir todos los días con la preciosa Sangre de Cristo nuestras cosas y alimentos, y por supuesto, tener cuidado de quien recibimos algunas cosas.
El siguiente diálogo fue de un exorcismo donde el demonio por instigación del sacerdote revela la forma como entró en el cuerpo de una persona:
—Exorcista: "¿Cuándo entraste en A?".
—Demonio: "El 20 de junio de 1973".
—Exorcista: "¿Cómo entraste?".
—Demonio: "En un vaso de agua de cebada, polvos y sangre menstrual junto con otras hierbas malditas".
—Exorcista: "Parece que hubieran hecho un maleficio al sexo de A, ¿por qué?
—Demonio: "Para separarlo de la esposa".
—Exorcista: "Has dicho hace poco que sentías mucha vergüenza. ¿Porque?
—Demonio: "Porque no pude llevar a término mi tarea".
—Exorcista: "¿Cual era tu tarea?".
—Demonio: "De hacerlo separar de su esposa y de convertirlo en homosexual".
—Exorcista: "¿Qué hubieras ganado?".
—Demonio: "Lo hubiera llevado con otros al infierno".
(Cf. De Meo, Cipriano. Il diavolo e l'umano nel mio apostolado di exorcista. Centro Gráfico Francescano, Foggia, 20'06, pp. 81-82).
Los síntomas principales del maleficio
Los efectos del maleficio van de la mano con las técnicas de magia negra operadas por los brujos o magos, las características psíquicas y físicas de la víctima y la personalidad y temperamento de los demonios. Por tanto las señales más comunes (sin ser conclusivas del todo) que pueden indicar la presencia de un maleficio o brujería son: la opresión a la cabeza, al estómago y la aversión a las cosas sagradas u oraciones. Igualmente, se pueden tener en cuenta las siguientes circunstancias:
Los sueños
Recordemos que la Sagrada Biblia en el A.T., prohíbe creer en los sueños o tratar de tomarlos como referentes de nuestro futuro. Lo anterior, para evitar caer en toda clase de superstición. Sin embargo, diremos que como excepción a la regla, y solo para situaciones especiales, vemos en el texto sagrado que Dios se comunicaba con sus elegidos por medio de sueños y visiones para anunciarles asuntos de importancia como la historia de José y sus hermanos en Egipto, y el sueño del Faraón de los 7 años de abundancia y los otros 7 de escasez; las comunicaciones que recibía San José en sueños sobre la huida a Egipto con la Virgen María y el Niño Jesús, etc. (Véase también los impresionantes sueños de San Juan Bosco sobre su obra educativa futura en el mundo y el destino de la Iglesia en el siglo XX).
Cuando se es víctima de un maleficio o brujería, pareciera que el alma infectada de alguna manera trata de comunicar a su mente dicha situación, o quizás trata de revelar claramente lo que está sucediendo. En general, muchas personas que me han contactado mediante este blog, y que en ocasiones han sido muy afectadas por un grave maleficio el cual ya rayaba con la posesión; me comentaban que han tenido constantes sueños muy reales con horribles duendes, brujos, sapos, culebras y demás cosas nefandas. Considero personalmente que este tipo de sueños son un importante signo o señal de estar siendo perturbado con algún tipo de infestación o influencia maléfica.
La aversión a cosas sagradas
Bueno, quizás este tipo de síntomas ya se den en casos de completa posesión demoníaca. Sin embargo, hay víctimas de maleficios quienes cuentan que en algunas ocasiones y sin motivo alguno se han visto impelidos a rechazar algún sacramental, evitar entrar a una Iglesia o sentirse muy incómodo dentro de ella, o empezar a sentir rechazo a la oración y hacía todo lo sagrado.
La sensación de ser perseguido
Tal vez no sea un síntoma tan común, pero sucede. Es casi una esquizofrenia aunque no permanente como la que sufren las víctimas de esta enfermedad mental.
Las enfermedades y dolores sin causa alguna
Es otro síntoma muy común, la persona agredida se siente permanentemente enferma y desalentada, cuando va al médico y se le realizan los respectivos exámenes, estos no evidencian síntoma de enfermedad alguna. Es también muy común sentir de manera extraordinaria que en alguna parte del cuerpo se esta siendo atravesado por una enorme aguja, o un calor interno sofocante, o un frío que cala hasta los huesos.
Estados de ánimo
Son muy frecuentes el pesimismo, el deseo de no vivir, la maledicencia, la frustración, el desánimo, el rencor desmedido y demás estados morales por el estilo.
Experiencias negativas con la familia, amigos y negocios
Muchos maleficios atacan diferentes esferas de la vida común de una persona con el fin de llevarla a la desesperación. Es muy frecuente que negocios que andaban muy bien de repente y sin motivo alguno se quiebren, o que llegue una ruina económica familiar, problemas graves entre cónyuges, infidelidades, denso ambiente familiar o laboral, pérdida del empleo, etc.
Carlos Uribe, autor de la nota.