Meditación: Reflexionemos sobre cómo podemos experimentar la renovación en nuestras vidas, permitiendo que Dios trabaje en nosotros y nos lleve a nuevas alturas. Incluso cuando pareciéramos sumidos en una montaña de vicios o cuando pensamos que estamos muy aferrados a nuestros defectos... Dios nos ayuda a hacernos de nuevo. Oración: Padre, gracias por tu constante obra de restauración en nuestras vidas. Ayúdame a abrir mi corazón a la renovación, permitiendo que tu Espíritu Santo me guíe hacia la transformación. Que mi vida sea un testimonio de tu poder para renovar y hacer nuevas todas las cosas. Reto: Hoy, haz unos minutos de oración para identificar alguna virtud que te ayudará a combatir algún defecto que quieras dejar atrás. Haz el propósito de practicarla, aunque sea en gestos pequeños.