Meditación: La paz es un regalo divino que trasciende las circunstancias. Reflexionemos sobre cómo podemos experimentar la paz de Dios en medio de las tormentas de la vida. La paz no es la ausencia de problemas, sino la presencia de Dios en medio de ellos. Que nuestra vida esté arraigada en la paz divina que sobrepasa todo entendimiento. Oración: Dios de paz, gracias por la tranquilidad que ofreces en medio de las tormentas. Ayúdame a buscar tu paz en lugar de depender de las circunstancias externas. Que mi corazón esté lleno de tu paz, actuando como un faro de esperanza para los demás. Reto: Una jaculatoria que hoy puedes rezar es “Santa María, Madre de la paz, ¡ruega por nosotros!”, pidiéndole su ayuda para que alcancemos la paz en nuestro día a día y rogando por quienes más lo necesitan.