La vida tiene sentido.
Muchas veces puede pasar que nos preguntemos qué sentido tiene nuestra vida en este mundo, porque sufrimos muchas cosas y nos descorazonamos. Lo que sucede es que nadie nos ha explicado cuál es el sentido de la vida.
Todos hemos sido creados por Dios, venimos, cada uno de nosotros, de un pensamiento de amor de Dios, que nos creó por amor para que viviendo en este mundo, haciendo méritos, volvamos a Dios para merecer el Cielo.
Por lo tanto la vida en esta tierra debe ser considerada como tiempo de prueba.
En el Apocalipsis aparece una visión donde se ve una gran multitud que viene de la Gran Tribulación. Y si bien la Gran Tribulación será especialmente al Fin de los Tiempos, en realidad la Gran Tribulación es nuestra vida, porque quien quiere ser fiel a Dios y quiere ser bueno en este mundo, deberá pasar todas las pruebas que el demonio, con la permisión de Dios, le pondrá en el camino.
Quien sabe que viene de Dios, y que Dios lo ha creado por amor, vive más contento aún en medio de los sufrimientos, porque sabe que Dios lo ama, y este dato lo hace feliz y le da fuerzas para arrostrar con ánimo todo en la vida. Y el saber que vamos de camino hacia el Cielo, la felicidad sin fin, también nos da sentido a la vida.
Hoy muchas personas no le encuentran el sentido a la vida, viven amargados o son vencidos por los sinsabores, y terminan suicidándose.
Otro caso distinto es quien se suicida porque tiene algún problema psicológico que debe ser tratado. Pero muchos de los que mueren desesperados, es porque nadie les ha explicado que Dios los ama, que los creó por amor, y que tienen que pasar esta prueba de la vida para ir al Cielo y ser felices para siempre. Y tanto más alto subirán en el Cielo, cuanto más hayan sufrido en la tierra.
¡Cómo cambiarían las cosas si se enseñara estas cosas en las escuelas! ¡Cómo cambiarían las cosas si se enseñara esto en las iglesias, porque lamentablemente a veces los sacerdotes no instruyen sobre esto a los fieles, que no saben para qué están en este mundo, y no sospechan el infinito amor que Dios les tiene!
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.