La Llaga del hombro.
San Bernardo le preguntó al Divino Salvador, cuál fue Su dolor en la Pasión más desconocido por los hombres. Jesús le respondió:
Tenía una llaga profundísima en el hombro sobre el cual cargué mi pesada cruz; esa llaga era la más dolorosa de todas. Los hombres no la conocen. Honrad pues esta llaga y haré todo lo que por ella pidas...
ORACIÓN
Oh amado Jesús, manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de vuestra cruz que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado y de la cual vuestra Madre Dolorosa tanto se compadeció. También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico y te agradezco por esta llaga dolorosa de vuestro hombro en la que quisiste cargar vuestra cruz por mi salvación. Ah! por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de vuestra cruz, ruégote con mucha humildad, ten piedad de mí pobre criatura pecadora, perdonad mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la cruz.
Se rezan siete Avemarías:
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Y se agrega:
Madre santísima imprime en mi corazón las llagas de Jesucristo crucificado...
(Indulgencia de 300 días)
Oh dulcísimo Jesús, no seas mi juez sino mi salvador...
(Indulgencia de 100 días)