Semana Santa es tiempo de conversión. Por eso es tiempo para la reconciliación con Nuestro Padre. Hacer un examen de nuestros actos, pensamientos y sentimientos para disponernos a dialogar con Dios, arrepentirnos y luego de confesarnos, sentir el alivio y la paz del perdón.
Esto nos llevará a una vida renovada y feliz, libre de cargas y sufrimientos derivados de las culpas.
Busca un lugar tranquilo, la iglesia, tu cuarto, y pide reconocer esas faltas para enmendarte.
ORACIÓN:
Dios mío: dame luz para recordar los pecados que he cometido, y gracia para arrepentirme bien de ellos y corregirme. Virgen Santísima, San José, Ángel de mi guarda, ayúdenme.Amén.