«Francia y el Corazón de Jesús y de María»
El 1 de junio de 1980, en el aeropuerto de Le Bourget de París, el papa Juan Pablo II recordó a Francia su vocación cristiana, vocación al servicio de los Corazones Unidos de Jesús y de María, como lo demuestran estos extractos del magnífico artículo de la revista France catholique del 16 de septiembre de 2020, titulado “Francia y el Corazón de Jesús y de María”:
“En el siglo XIV, santa Brígida de Suecia escuchó a Cristo decirle: 'Puedo decir que mi Madre y yo hemos realizado la salvación con el mismo corazón, de manera casi cum uno corde*: Yo, a través de los sufrimientos que llevé en mi corazón y en mi cuerpo, y Ella por los dolores y el amor de su corazón’”.
Pero fue sobre todo san Juan Eudes, discípulo también de Bérulle y Francisco de Sales, quien desarrolló esta mística del Corazón de Jesús y de María, manifestando la “recíproca inclusión en el amor” de los dos corazones: «Si los primeros cristianos tenían un solo corazón y una sola alma —dijo, citando a Francisco de Sales—, ¿cuánto más verdadero es el hecho de que la Santísima Virgen tuvo una sola alma, un solo corazón y una sola vida con su Hijo?».
A través de santa Teresita del Niño Jesús (1873-1897), Francia fue confirmada de alguna manera en su vocación de testigo del amor del Corazón de Jesús y de María; pero ahora bajo el signo de la misericordia y del deseo de fraternidad con todos, incluidos los que viven en la noche de la incredulidad y la desesperación.
El 1 de enero de 1946, Jesús nos entregó a san Juan Eudes, canonizado en 1925, como “patrón del año”. Nos lo entregó a través de Marcel Van**. ¿No es el Reino del Amor el del Corazón de Jesús y de María?.
¿Y Francia no tiene un papel que desempeñar en este reinado? ¿Francia, que fue la primera en recibir esta devoción a los dos Corazones Unidos? En cualquier caso, no podemos más que alegrarnos de que en 2014 la Conferencia Episcopal de Francia apoyara la causa de san Juan Eudes como doctor de la Iglesia y de que, el 15 de agosto de 2020, Mons. Michel Aupetit consagrara la diócesis de Montmartre a los dos Corazones Unidos de Jesús y María».