El papel invisible que tuvo el Arcángel Miguel en el Ministerio del Padre Pío.
San Gregorio Magno decía que: «Cada vez que se trata de hacer cosas maravillosas, el enviado es Miguel, para hacer saber por sus acciones y por su nombre, que nadie puede hacer lo que solo Dios sabe hacer».
Y Miguel fue enviado en forma especial al Padre Pío, para que pudiera hacer las cosas maravillosas que hizo.
Al punto que no se puede comprender la vida del Padre Pío sin la intervención, guía y asistencia del Arcángel Miguel.
El vínculo secreto entre el Padre Pío y San Miguel estuvo en cada etapa de su vida.
Miguel estuvo en los momentos más trascendentes, en los que el Padre Pío tuvo que elegir su rumbo.
Fue el que instaló físicamente en él los recursos para amar y seguir a Dios más profundamente.
Fue el ingeniero que ayudó al Padre Pío a desarrollar su misión.
Y fue la figura sobrenatural que lo defendió contra los ataques del maligno.
Dios hizo penetrar la devoción a Miguel a través del ángel de la Guarda desde la infancia del santo.
Y la respuesta, de absoluta obediencia a él, fue la que logró las maravillas que sucedieron con el Padre Pío.
Lo que es un mensaje para nosotros.
Aquí hablaremos sobre la relación del Padre Pío con el Arcángel Miguel, y cómo lo fue guiando en su ministerio y en las maravillas que realizó.
Para que podamos sacar enseñanzas de las cosas que podría hacer el Arcángel Miguel en nuestra vida.
Desde que era niño el padre Pío fue guiado por su ángel de la guarda a jugar con imágenes del Niño Jesús, la Virgen María, San José y San Miguel Arcángel.
Él y su amigo Mercurio hacían una procesión con ellas que terminaba en una gruta.
Ya previendo la devoción que el Padre Pío desarrollaría a la gruta de San Miguel Arcángel en el Monte Gargano.
Desde su adolescencia, él se comunicaba con su ángel guardián, a quien veía.
Y su ángel guardián le fue guiando al Arcángel Miguel.
Desarrolló un amor especial por él cuando comprendió que podía tener su ayuda en los ataques del demonio.
Y también incidió para que Pío decidiera dedicarse al sacerdocio al escuchar una homilía sobre San Miguel Arcángel predicada por Don José Orlando en el día de la fiesta del Arcángel.
Pero al principio Miguel se le presentó tres veces como un personaje misterioso, no se le reveló totalmente.
El Padre Pío siempre guardó silencio sobre ese personaje oculto.
Nadie recibió confidencias sobre este personaje, pero algunos documentos permiten reconocerlo.
La primera fue poco antes de entrar al convento, donde tuvo una visión de un hombre de belleza espectacular luchando contra hombres vestidos con ropas negras.
Y el hombre bello le dijo “tienes que entrar en combate con estos, te ayudaré y no dejaré que te venzan”.
Miguel le advertía que debería luchar contra satanás en su vida sacerdotal y que él lo ayudaría.
La segunda vez el misterioso personaje se le presentó para ejecutarle la transverberación del corazón, en agosto de 1918.
En la noche del 5 de agosto de 1918 un personaje apareció ante él con el rostro oculto y le atravesó el pecho con una lanza muy fina y afilada.
La transverberación produce un estado del alma que «aumenta y purifica» el amor en el corazón.
Es un evento sobrenatural, raro ocurrido en San Francisco de Asís, Santa Teresa de Ávila y San Padre Pío, aunque hay varios otros casos.
El fenómeno ocurre en el alma de la persona, pero el dolor también se vuelve físico, hasta el punto de que se dice que hay una especie de fuego en la punta de la lanza que lo toca.
La causa es inmaterial, es una acción de Dios, pero tiene consecuencias físicas en el cuerpo de la persona afectada.
El corazón es tocado y sangra, especialmente en ciertas fechas.
Y se han realizado autopsias a varios santos que tuvieron la transverberación que han revelado una herida en el corazón «hecha como por una espada», cuyo origen y causa siempre han sido inexplicables.
Y la tercera vez en que el Padre Pío recibió la visita del mismo personaje misterioso, recibió los signos de la Pasión del Señor.
Fue el 18 de septiembre de 1918.
Después de la celebración de la Santa Misa, dice el Padre Pío que fue sorprendido por un descanso, como un dulce sueño.
Todos los sentidos internos y externos, así como las facultades del alma, estaban sumidos en un silencio indescriptible.
Había un silencio total a su alrededor y en él.
Se instalaron en él una gran paz y un gran abandono.
Y vio al frente una figura misteriosa, similar a la de la noche del 5 de agosto con uno de sus costados chorreando sangre.
Dice que habría muerto si el Señor no hubiera intervenido para sostener su corazón, que sentía latir poderosamente.
La visión del personaje se desvaneció y entonces se dio cuenta de que sus manos, pies y costado estaban atravesados y sangraban.
San Giovanni Rotondo, donde el Padre Pío vivió, está ubicado a veinticinco kilómetros de la Gruta y del Santuario de San Miguel Arcángel en el Monte Gargano, donde el arcángel se apareció 4 veces a través de la historia.
Y dio origen al culto a San Miguel Arcángel en Occidente.
Y en esa gruta depositó geográficamente la devoción hacia Miguel.
Cuando era director espiritual del colegio para frailes el Padre Pío llevó a los alumnos, el 1 de julio de 1917.
Se recogió largo rato en oración en la puerta cómo lo había hecho anteriormente San Francisco de Asís.
Y fue durante esa peregrinación que tomó conciencia de su misión de arrancar almas al diablo mediante la confesión, la misa, la oración y el uso de los dones que había recibido de Dios.
Arrancar las almas al diablo significaba ir a donde estaban atrapadas y enredadas, y enfrentarse al diablo.
Y eso fue lo que hizo el Padre Pío toda su vida. Además, el Padre Pío hizo otras visitas solo y en bilocación al Monte.
Animaba a sus hijos espirituales a visitar la Gruta del Monte Gargano, que hicieran penitencia allí y que oraran por el propio Padre Pío.
Y a imitación de San Francisco de Asís hacía las cuaresmas de San Miguel Arcángel con sus respectivas novenas.
Y en esos momentos le sangraban más los estigmas.
Y cuando una vez un hijo espiritual le preguntó de dónde salían las fragancias que exudaba, él le contestó que venían de San Miguel Arcángel.
Quiso que la figura del Arcángel Miguel estuviera presente en todos los lugares posibles.
Cuando se construyó la iglesia de Santa María de la Gracia en San Giovanni Rotondo, el padre Pío insistió en que se utilizara un bloque de piedra de la sagrada Gruta del Arcángel Miguel.
Que se hiciera un altar en honor a San Miguel.
Y que apareciese una imagen de San Miguel hiriendo con su espada en la boca a lucifer.
Además quiso que se pusiera una imagen de San Miguel Arcángel en la torre de la Casa de Alivio del Sufrimiento, que él fundó.
Donde hoy aparece el Arcángel pisando a la serpiente y hay un título debajo que dice “San Miguel visita a los enfermos”.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre la presencia del Arcángel Miguel en la vida y la misión del Padre Pío, transformándolo en un canal por el que el Cielo hizo maravillas a través suyo.