Es triste que haya muchos católicos que son vecinos de Jesús, que viven muy cerca de Jesús, y no tengan tiempo para ir a visitarlo. Por eso, al menos, al pasar delante de una iglesia, tengamos el detalle de saludar a distancia a Jesús. Y, cuando por enfermedad o vejez no podamos salir de casa, pensemos que podemos hacerle visitas espirituales, pensando en el sagrario más cercano. E, incluso, podemos pedir que algún ministro extraordinario de la comunión venga a nuestra casa para poder recibir a Jesús en comunión. En ese momento, pensemos que debemos hacerle un recibimiento lo mejor posible, colocando una mesita con un mantel nuevo, una vela encendida… Y todo aquello que nos dicte nuestro amor a Jesús..P Ángel Peña