"Espíritu Santo, fuente de entendimiento, te pido que ilumines mi mente y mi corazón para poder comprender las verdades profundas de la fe. Que tu luz descienda sobre mí para que, aún en mi simplicidad, pueda percibir el misterio de tu Palabra y el amor que habita en cada enseñanza de Dios.
Enséñame a abrir el alma a tu verdad, a recibir con humildad cada inspiración que me regalas, y a contemplar el mundo y las Escrituras con una nueva claridad. Que tu sabiduría se convierta en el faro que guíe cada paso que doy en mi vida de fe, y que mi vida misma sea un reflejo de tu verdad.
Espíritu de entendimiento, condúceme a las alturas de la fe y hazme conocer cada día un poco más del amor divino.
Amén."