La muerte de un ser querido es un momento muy delicado. Si bien es cierto que la muerte es dolorosa, en algunas circunstancias puede ser aún más traumática. Cuando atravesamos esos momentos tan difíciles, sin importar nuestras creencias, la mayoría de nosotros sentimos la necesidad de tener un recogimiento espiritual, es decir, de concentrar nuestros pensamientos en la espiritualidad. Por esta razón, la oración nos permite abrir el corazón al espíritu de consolación que Dios envió, también nos permite presentar a los más afectados por esta muerte (viuda/viudo, padres, hijos), y acompañar el alma del difunto en su encuentro con el Padre.
A medida que pasan los días, los meses, los años, el dolor nos oprime menos, y la ausencia se vuelve más llevadera, sin embargo, nuestros muertos siempre necesitan nuestras oraciones. No debemos olvidarnos de rezar por ellos, y de pedirles también que recen por nosotros. Nuestra relación con ellos no se termina con la muerte, sino que permanece muy viva.
Por ejemplo, podemos aprovechar el 2 de noviembre, día de los muertos, para rezar por los muertos de nuestras familias y visitar sus tumbas. Del mismo modo, podemos simplemente incluirlos en nuestra oración de la noche, o rezar un Padre Nuestro o un Ave María por ellos. Además, se pueden celebrar misas por los difuntos, en la que el sacerdote dirá una intención y toda la congregación presentará al fallecido en sus oraciones.
Las almas del purgatorio también necesitan mucho de nuestras oraciones, ya que ellas se purifican con la esperanza de poder unirse al Señor, y nuestras oraciones les ayudan a hacerlo. Así que no olvidemos rezar por ellas cada vez que nos sea posible.
VENGO A TI , SEÑOR DE LA VIDA Y DE LA MUERTE, SEÑOR DE LA ETERNIDAD PARA PEDIRTE CONSUELO Y ESPERANZAS POR LA PERDIDA DE (........decir el nombre) QUE TUS ÁNGELES BUENOS LO LLEVEN HASTA LA MORADA CELESTIAL. DALE PAZ Y AMOR PARA QUE NOS PODAMOS ENCONTRAR JUNTO A TI, EN LA RESURRECCIÓN Y COMPARTIR CONTIGO LA VIDA ETERNA. AMEN.
Estimado en Cristo,
Cada año lo invitamos a recordar a sus familiares y amigos que ya no están con nosotros. La solicitud de Misas en el Día de Difuntos es una manera hermosa y significativa de honrar a nuestros seres queridos, mantener viva su memoria y brindar apoyo a quienes están de luto.
Con un espíritu de esperanza y alegría, nuestra fe nos invita a orar y meditar por todos aquellos a quienes amamos y que partieron de esta vida antes que nosotros. Es una muestra de amor por nuestros seres queridos que ya partieron, es una forma de ayudar a los fieles difuntos pidiendo a Dios que los acoja en su eterna misericordia.
Registra los nombres de tus familiares y amigos fallecidos, las intenciones serán incluidas en la Santa Misa el día 2 de noviembre. Recuerda que es costumbre hacer una ofrenda al sacerdote que celebra la Misa por tu intención particular.
¡Recemos por nuestros amigos y familiares difuntos!
¿Cómo enviar mis intenciones?
1. Ingresa a nuestro portal: www.unamisaporti.org
2. Completa el formulario con tus datos
3. Recibe tu certificado a tu correo que registraste
SANTO ROSARIO POR LOS DIFUNTOS:
Reza el Rosario y en cada uno de los 5 misterios, luego del Gloria al Padre, se dicen estas 5 Jaculatorias:
1.MARIA MADRE DE GRACIA, Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos, gran Señora.
2. ¡OH, JESÚS MIO! Perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
3.SI POR TU SANGRE PRECIOSA le has redimido, qué le perdones te pido, por tu pasión dolorosa, Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
4.DALE SEÑOR DESCANSO ETERNO y brille para él/ella la luz perpetua.
5.QUE POR LA MISERICORDIA DE DIOS el alma de (……se dice el nombre…) y la de todos los fieles difuntos descansen en paz, así sea, amen.
CUANDO SE REZA EL ROSARIO EN FAMILIA SE PUEDEN OBTENER INDULGENCIAS PLENARIAS Y APLICARLAS EN BENEFICIO DE LA PERSONA FALLECIDA POR QUIEN SE HACE EL REZO.
“VEN, SIERVO BUENO Y FIEL; ENTRA EN EL GOZO DE TU SEÑOR” (MT 25, 21)
1. La muerte es un momento de dolor donde sólo la fe puede iluminar de esperanza ese momento de tristeza. Cuando muera un ser querido piensa si existía un “derecho” para retenerlo aquí y si era más tuyo que de Dios. Mira si no es egoísmo querer privarle de lo que ahora tiene: la felicidad eterna.
2. ¿Qué es la muerte? Es el paso necesario para alcanzar la vida eterna y ver a Dios. La vida no termina, se transforma. Los hombres que contemplan el sepulcro de Jesucristo viven en la esperanza de la Resurrección. Quien muere deja una luz y alcanza otra. La muerte es el paso a la eternidad. La muerte es fin e inicio. Morir en gracia de Dios significa conquistar la cumbre, la meta, el abrazo eterno del Padre.
3. ¿Es mejor vivir o morir? “Para mí la vida es Cristo, y la muerte, un viaje hacia la vida eterna. En vez de recibir la muerte con lágrimas, deberíamos recibirla con una sonrisa porque nos conduce al encuentro, cara a cara, con nuestro Creador.
4. ¿Qué podemos aprender de la muerte? Que nos llega a todos, en algún momento de la vida, cuando el Señor nos llama con El y que tenemos que estar siempre preparados espiritualmente para ese momento, haber perdonado y pedido perdón, viviendo una vida de luz y amor.
5. ¿Hay que temer la muerte? No, es un proceso natural propio de todos los seres vivos. Un paso necesario para continuar nuestro camino de salvación. Santa Teresa no temía la muerte, al contrario, ella decía: “Muero porque no muero”. Porque morimos para renacer a la vida eterna como Jesús.
6. ¿Por qué existe la muerte? Porque el hombre quiere ver a Dios y para verlo es necesario morir. El hombre surgido del polvo debe retornar al polvo y el alma surgida de Dios debe volver a Dios. Las dos verdades absolutamente ciertas de la vida son nuestra existencia y lo inevitable de nuestra muerte. Todos los hombres mueren, pero no todos viven. La muerte es causa de salvación.
7. ¿Por qué no sabemos el día que vamos a morir? Si supiéramos el día de nuestra muerte no viviríamos cada día con la misma intensidad. Nadie sabe ni cómo ni cuándo morirá. Nadie por más que se esfuerce puede añadir una hora al tiempo de su vida. La muerte es lo más cierto, pero el día es lo más incierto. No olvides que no es necesario ser viejo para morir. No vale la pena indagar el cómo, el cuándo ni el dónde moriré; pero sí vale estar preparado.
8. ¿Qué actitud debemos tomar ante la muerte de un ser amado? No rechazar a Dios porque nos lo ha quitado, sino agradecerle porque nos lo ha dado. “¿Conviene llorar a un muerto? Sí, como toda partida nos trae tristeza porque estaremos sin vernos un tiempo, pero no hay que enojarse contra de Dios. Al final de la vida sólo queda lo que hayamos hecho por Dios y los demás, debemos ser misericordiosos y dar mucho amor.
Cuando muere un familiar, o un amigo, no sabemos dónde van. Pero, sin embargo, lo más probable es que estén en el purgatorio, limpiando su alma para un día entrar al Cielo. Ellos nada pueden hacer para suavizar o acortar sus penas, pero tú si lo puedes hacer. Si ofreces Misas por sus almas, y también oras por ellas, Dios en Su Misericordia anticipará su elevación al Reino prometido.
El día de los muertos es el momento en el que más recordamos a los seres queridos que ya partieron del plano terrenal y ese ambiente místico es el ideal para elevar una oración a nuestros fieles difuntos.
ORACIÓN POR UN NIÑO/A
Señor, tú que conoces nuestra profunda tristeza por la muerte del (nombre del niño o niña), concede a quienes acatamos con dolor tu voluntad de llevártelo (a), el consuelo de creer que vive eternamente contigo en la gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
POR UN JOVEN
Concede, Señor, la felicidad de la gloria eterna a tu siervo (a) (nombre) a quien has llamado de este mundo cuando el vigor de la juventud embellecía su vida corporal; muestra para con (él o ella) tu misericordia y acógelo (a) entre tus santos en el canto eterno de tu alabanza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
POR PADRES , MADRES Y ABUELOS
¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi (padre, madre o abuelo) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén
POR LOS FALLECIDOS EN UN ACCIDENTE O SUICIDIO
Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo unidas a las lágrimas de dolor que sentimos por la muerte inesperada de nuestro(a) hermano(a) (nombre), y haz que alcance tu misericordia y goce para siempre de la luz de aquella patria en que no hay más sufrimiento ni muerte. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
ORACIÓN POR UN SER QUERIDO FALLECIDO
“Padre santo, Dios eterno y Todopoderoso, te pedimos por (el nombre del difunto), que llamaste de este mundo.
Dale la felicidad, la luz y la paz. Que él, habiendo pasado por la muerte, participe con los santos de la luz eterna, como le prometiste a Abraham y a su descendencia.
Que su alma no sufra más, y te dignes a resucitarlo con los santos el día de la resurrección y la recompensa.
Perdónale sus pecados, para que alcance junto a ti la vida inmortal en el reino eterno.
Por Jesucristo, Tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.”
ORACIÓN POR UN DIFUNTO
¡Oh Dios! Nuestro creador y redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN
“No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudieras oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudieras ver con vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudierais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
Creedme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás. Amén.”
Luis (sábado, 08 octubre 2022 10:59)
Pido por el eterno descanso de mis padres.
Erica Castrillon (viernes, 07 octubre 2022 06:33)
Señor , te pido le concedas a mi madre ,Miryam de Jesús Valencia, el descanso eterno y su alma descanse en paz.
Lili (jueves, 06 octubre 2022 18:42)
Pido por el eterno descanso de mis padres, mi hermano y demás familiares, que brille para ellos la luz que perdura por siempre amen.