¡Oh Bienaventurada Margarita María! depositaria venturosa del tesoro de los cielos, el Corazón Divino de Jesús, permite que, considerándote mi hermana, en este incomparable amor, te ruegue me des
con generosidad, la parte que me corresponde en esa mansión de infinita caridad. Confidente de Jesús, acércame tú al Sagrario de su pecho herido; Esposa de predilección, enséñame a sufrir por la
dilatación de aquel reinado cuya causa te confió el Maestro. Apóstol del Sagrado Corazón, consígueme que se realicen conmigo las promesas que en beneficio de su gloria, te hizo ochenta y siete
veces el Amado; Discípula regalada del Divino Corazón, enséñame la ciencia de conocerlo como lo conociste tú, en el perfecto olvido de mí mismo y de la tierra. Víctima del Corazón de Jesús
Sacramentado, toma el mío, y ocúltalo en la llaga donde tú viviste, compartiendo ahí las agonías del Cautivo del amor, de Jesús-Eucaristía. El, te dijo, hermana muy amada, que dispusieras en la
eternidad del cielo, de este otro cielo, el de su Corazón Sacramentado; ¡Oh Margarita María! entrégamelo, pues, para consumirme en ese incendio, dámelo para llevarlo como vida redentora a los
pobres pecadores y como glorificación de ese mismo Corazón Divino a las almas de los justos. ¡Ah, sí! compartamos, hermana mía el mismo sacrificio, el mismo apostolado, el mismo paraíso del
Corazón Divino de Jesús: venga a nos su reino.
ORACIÓN A SANTA TERESA DE JESÚS
Oh, Santa Teresa, Virgen seráfica, querida esposa de Tu Señor Crucificado, tú, quien en la tierra ardió con un amor tan intenso
hacia tu Dios y mi Dios, y ahora iluminas como una llama resplandeciente en el paraíso, obtén para mí también, te lo ruego, un destello de ese mismo fuego ardiente
y santo que me ayude a olvidar el mundo, las cosas creadas,
aún yo mismo, porque tu ardiente deseo era verle adorado
por todos los hombres.
Concédeme que todos mis pensamientos, deseos y afectos
sean dirigidos siempre a hacer la voluntad de Dios,
la Bondad suprema, aun estando en gozo o en dolor,
porque Él es digno de ser amado y obedecido por siempre.
Obtén para mí esta gracia, tú que eres tan poderosa con Dios,
que yo me llene de fuego, como tú, con el santo amor de Dios.
Amén.
Querido Carlo Acutis, tú que viviste una vida de santidad y amor a Dios, escucha mi súplica. Necesito un milagro urgente en mi vida (menciona tu petición). Confío en tu intercesión y en la
misericordia de Dios. Amén.
Glorioso San Mateo,
miembro de la santa familia de los Apóstoles,
que con la ayuda de la Misericordia del Altísimo
lograste ganar paz en la tierra y gloria el cielo;
tu que siendo recaudador de impuestos
no dudaste en abandonar todo
y seguiste al Maestro hasta el final de tu vida terrena;
que inspirado por el Espíritu Santo
después de la Ascensión del Señor a los Cielos
proclamaste la Buena Nueva de su Palabra
y nos dejaste escrito en los Evangelios:
"según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán",
(Mt. 8, 15)
te pido de corazón intercedas por mí y ruegues a Dios que todo lo puede
me ayude en mi negocio.......
(nombrar el negocio que ya se tiene o que se va a emprender),
yo pongo toda mi fe en ti,
deposito mis esperanzas e ilusiones
y confío en la misericordia del Señor,
para que fructifiquen pronto las inversiones que he realizado.
Yo sé que es posible salir de esta mala situación,
para ello necesito que aumente la clientela y las ventas
para acrecentar los ingresos de dinero
y así poder hacer frente a los pagos que se acumulan,
solucionar los problemas económicos de mi familia
y generar otros empleos para personas que lo precisan.
Te pido ayuda para que pueda obtener:
(decir lo que se quiere conseguir para el negocio)
San Mateo, glorioso Evangelista,
en tus manos dejo la buena marcha de mi negocio,
devuélveme la alegría de verlo prosperar,
yo me esforzaré en todo lo que de mi dependa,
y pondré todo mi esfuerzo y entusiasmo
para que funcione perfectamente,
ofreceré muy buena calidad en mis productos,
seré animoso, atento, paciente y cortes
con los que vengan a comprar
para que se vayan satisfechos y regresen pronto.
San Mateo, dame tus bendiciones,
despeja y abre mis caminos laborales al progreso,
haz que la suerte me acompañe,
aleja de mi negocio las envidias y los problemas,
haz que no haya disgustos ni reclamaciones,
que toda persona que en él entre
se sienta bien atendido y dichoso de su compra,
y sientan la necesidad de volver a mi negocio;
haz que prospere y tenga buenos beneficios
para salir de la ruina, vivir dignamente
y tener tranquilidad y sosiego
y para que pueda dar una parte a los más necesitados.
Te lo pido por Jesucristo, nuestro hermano y Señor.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarias
Oración a la familia por Juan Pablo II
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo,
"nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio
de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo. Amén
Oración para Aprender a Amar (santa Teresa de Calcuta)
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
Amén
¡Oh gran Agustín,
nuestro padre y maestro!,
conocedor de los luminosos caminos de Dios,
y también de las tortuosas sendas de los hombres,
admiramos las maravillas que la gracia divina
obró en ti, convirtiéndote en testigo apasionado
de la verdad y del bien,
al servicio de los hermanos.
Al inicio de un nuevo milenio,
marcado por la cruz de Cristo,
enséñanos a leer la historia
a la luz de la Providencia divina,
que guía los acontecimientos
hacia el encuentro definitivo con el Padre.
Oriéntanos hacia metas de paz,
alimentando en nuestro corazón
tu mismo anhelo por aquellos valores
sobre los que es posible construir,
con la fuerza que viene de Dios,
la "ciudad" a medida del hombre.
La profunda doctrina
que con estudio amoroso y paciente
sacaste de los manantiales
siempre vivos de la Escritura
ilumine a los que hoy sufren la tentación
de espejismos alienantes.
Obtén para ellos la valentía
de emprender el camino
hacia el "hombre interior",
en el que los espera
el único que puede dar paz
a nuestro corazón inquieto.
Muchos de nuestros contemporáneos
parecen haber perdido
la esperanza de poder encontrar,
entre las numerosas ideologías opuestas,
la verdad, de la que, a pesar de todo,
sienten una profunda nostalgia
en lo más íntimo de su ser.
Enséñales a no dejar nunca de buscarla
con la certeza de que, al final,
su esfuerzo obtendrá como premio
el encuentro, que los saciará,
con la Verdad suprema,
fuente de toda verdad creada.
Por último, ¡oh san Agustín!,
transmítenos también a nosotros una chispa
de aquel ardiente amor a la Iglesia,
la Catholica madre de los santos,
que sostuvo y animó
los trabajos de tu largo ministerio.
Haz que, caminando juntos
bajo la guía de los pastores legítimos,
lleguemos a la gloria de la patria celestial
donde, con todos los bienaventurados,
podremos unirnos al cántico nuevo
del aleluya sin fin. Amén.
ORACIÓN AL BEATO CEFERINO NAMUNCURÁ
Señor Jesús, te damos gracias por haber
llamado a la vida y a la fe al peñi Ceferino,
hijo de los pueblos originarios de América del Sur.
Él, alimentándose con el Pan de Vida,
supo responderte, con un corazón entero,
viviendo siempre como discípulo y misionero del Reino.
Él quiso ser útil a su gente, abrazando tu Evangelio y
tomando cada día su cruz para seguirte en los humildes hechos de la vida cotidiana.
Te pedimos por su intercesión que te acuerdes de los que
todavía peregrinamos en este mundo y nos concedas las gracias que te pedimos.
Amén.
ORACIÓN A SAN MAXIMILIANO MARIA KOLBE
Oh Señor Jesucristo, que dijiste "nadie tiene mayor amor que quien da la vida por sus amigos", por medio de la intercesión de San Maximiliano Kolbe cuya vida es una ilustración de ese amor, te
suplicamos nos concedas nuestras peticiones...
(Mencionar aquí la gracia que se desea alcanzar)
A través del movimiento de la Milicia de la Inmaculada, que fundó Maximiliano, difundió una ferviente devoción a Nuestra Señora por todo el mundo. El dio su vida por un completo extraño y
amó a sus perseguidores, dándonos con ello un ejemplo de amor desprendido por todos los hombres, un amor que estaba inspirado por una verdadera devoción a María.
Concédenos, oh Señor Jesús, que también nosotros podamos entregarnos enteramente sin reservas por el amor y el servicio a nuestra Reina del Cielo para mejor amar y servir a nuestro prójimo
a imitación de tu humilde siervo San Maximiliano. Amén.
Rezar tres Avemarías y un Gloria.
¡Oh glorioso patriarca Santo Domingo!, gloria de España, amparo de la fe y fundador de la sagrada orden de los Predicadores. Tu nacimiento fue lleno de prodigios divinos, tu niñez amable, tu vida
admirable, tu doctrina más del cielo que de la tierra, con la cual, y con los ejemplos de tus heroicas virtudes e innumerables milagros que el Señor obró por ti, convertiste a la fe católica a
innumerables herejes, reformaste las costumbres extraviadas de los fieles, instituiste una orden de varones apostólicos que sustentase la Iglesia que amenazaba ruina, y llevase por la redondez de
la tierra la doctrina del Evangelio, resistiese a los enemigos de la fe y fuese sol y luz del mundo.
Yo te ruego y suplico, ¡oh padre santísimo!, que me alcancéis la gracia de aquel Señor que te adornó de tantas y tan grandes gracias y virtudes, para que yo te imite en la pureza de mi alma y
cuerpo, y en aquella ardentísima caridad con que tan amablemente llorabas los pecados ajenos y te castigabas por ellos, y quisiste ser vencido por rescatar el hijo de la viuda, y deseaste y
procuraste ser mártir por el Señor; y aquella profundísima humildad y menosprecio del mundo, en la penitencia, en la mortificación de mis pasiones, en la oración y devoción a la Santísima Virgen
nuestra Señora, que tu en tan sublime grado tuviste, para que siguiendo tus pisadas con tu favor, sea partícipe de tus altos merecimientos y de la corona que tu posees en el cielo.
Amén.
NUESTRO SEÑOR DE LOS MILAGROS
Oración Señor de los Milagros de Mailín.
Recibe nuestros miedos y transfórmalos en confianza. Recibe nuestro sufrimiento y transfórmarlo en crecimiento. Recibe nuestro silencio y transfórmalo en adoración. Recibe nuestra crisis y
transfórmarla en madurez. Recibe nuestras lágrimas y transfórmarlas en plegarias. Recibe nuestro desánimo y transfórmarlo en fe.Recibe nuestra soledad y transfórmala en contemplación. Recibe
nuestra amargura y transfórmarla en paz de alma. Recibe nuestra espera y transfórmarla en esperanza. Recibe nuestra vida y transfórmarla en la tuya. Recibe nuestra muerte y transfórmala en
resurrección.
Gracias Señor de Mailín, gracias Señor crucificado, por tu Santa Cruz redimiste al mundo y transformaste el signo de la muerte en signo de la vida y de esperanza para nosotros.
ORACION A SAN JOAQUIN Y SANTA ANA, 26/7
Insigne y glorioso patriarca San Joaquín y bondadosísima Santa Ana, ¡cuánto es mi gozo al considerar que fueron escogidos entre todos los santos de Dios para dar cumplimiento divino y enriquecer
al mundo con la gran Madre de Dios, María Santísima! Por tan singular privilegio, han llegado a tener la mayor influencia sobre ambos, Madre e Hijo, para conseguirnos las gracias que más
necesitamos.
Con gran confianza recurro a su protección poderosa y les encomiendo todas mis necesidades espirituales y materiales y las de mi familia. Especialmente la gracia particular que confío a su
solicitud y vivamente deseo obtener por su intercesión.
Como ustedes fueron ejemplo perfecto de vida interior, obténgame el don de la más sincera oración. Que yo nunca ponga mi corazón en los bienes pasajeros de esta vida.
Denme vivo y constante amor a Jesús y a María. Obténganme también una devoción sincera y obediencia a la Santa Iglesia y al Papa que la gobierna para que yo viva y muera con fe, esperanza y
perfecta caridad.
Que yo siempre invoque los santos Nombres de Jesús y de María, y así me salve.
Amén
Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.
Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.
Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así
confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas. Amén.
Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.
ORACIÓN A SAN LUIS BELTRAN
Oración a San Luis Beltrán
Oh San Luis Beltrán, santo milagroso, glorioso, piadoso y fuerte! Te suplico humildemente que intercedas por mí ante el Señor y que me ayudes a alcanzar la gracia y la misericordia de Dios.
Concédeme la gracia de ser fiel a mi Fe y de ser un buen devoto de la Virgen María. Amén
Oración a la Santísima Trinidad ¡Oh, Dios en el Santísimo Sacramento de Altar!, “misterio de la fe”, “misterio del amor trinitario”, en el cual, por gracia, estamos llamados a participar. ¡Santa
Comunión entre Dios, uno y trino, y el hombre! ¡Trinidad divina!, Padre, Hijo y Espíritu Santo, presente y operante en la Iglesia y en la intimidad de nuestro ser, te adoramos, te amamos y te
damos gracias. Y por intercesión de María Santísima, nuestra Madre, te ofrecemos y te consagramos todo nuestro ser en esta vida y para la eternidad. María, Madre de la Iglesia y Madre nuestra, tú
que estás con la Trinidad divina, enséñanos a vivir en unión cada vez más íntima con las tres divinas Personas, a fin de que toda nuestra vida sea siempre una oración: "Gloria al Padre, al Hijo y
al Espíritu Santo". Amén
Cómo rezar la oración de la Virgen de Fátima
La oración de la Virgen de Fátima es una plegaria relativamente corta pero llena de significado y poder. A continuación, te explicamos cómo rezarla adecuadamente:
Preparación: Antes de comenzar la oración, encuentra un lugar tranquilo y silencioso donde puedas
concentrarte. Puedes encender una vela o crear un pequeño altar con una imagen de la Virgen de Fátima para ayudarte a enfocar tu mente y corazón en la oración.
Invocación inicial: Comienza haciendo la señal de la cruz y diciendo: "En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén."
Oración de la Virgen de Fátima: A continuación, recita la oración de la Virgen de Fátima:
"Oh Jesús, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia."
Finalización: Para concluir la oración, puedes hacer una breve pausa para agradecer a la Virgen
María por su intercesión y pedirle que te siga acompañando en tu vida diaria.
Recuerda que la clave para rezar la oración de la Virgen de Fátima es hacerlo con fe y confianza en la intercesión de María. Además, puedes complementar esta oración con el rezo del Rosario, tal
como la Virgen María pidió en sus apariciones en Fátima.
DEVOCIÓN EN HONOR DE LOS DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
INTRODUCCIÓN:
Toda la vida de S. José fue un acto continuo de fe y obediencia en las circunstancias más difíciles y oscuras en que le puso Dios. Él es al pie de la letra "el administrador fiel y solícito a quien el
Señor ha puesto al frente de su familia" (Lc 12, 42). Desde tiempo inmemorial, la Iglesia lo ha venido venerando e invocando como continuador en ella de la misión que un día tuviera para con
su Fundador y Madre. En los momentos de noche oscura, el ejemplo de José es un estímulo inquebrantable para la aceptación sin reservas de la voluntad de Dios. Para propiciar esa veneración e
imitación y para solicitar su ayuda, ponemos a continuación el siempre actual Ejercicio de los siete Dolores y Gozos.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. - Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo
corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí. Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría
haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Ofrecimiento
Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros siete
dolores y gozos. Y así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y su madre María os asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que, no faltando
yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de
vuestra compañía en el Cielo. Amén.
Primer dolor y gozo
Esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y angustia la de vuestro corazón en la perplejidad en que estabais sin saber si debíais abandonar o no a vuestra esposa! ¡Pero cuál no fue
también vuestra alegría cuando el ángel os reveló el gran misterio de la Encarnación!
Por este dolor y este gozo os pedimos consoléis nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida justa y de una santa muerte, semejante a la vuestra asistidos
de Jesús y de María.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Segundo dolor y gozo
Bienaventurado patriarca glorioso S. José, escogido para ser padre adoptivo del Hijo de Dios hecho hombre, el dolor que sentisteis viendo nacer al Niño Jesús en tan gran pobreza, se cambió de
pronto en alegría celestial al oír el armonioso concierto de los ángeles y al contemplar las maravillas de aquella noche tan resplandeciente.
Por este dolor y gozo alcanzadnos que después del camino de esta vida vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles y a gozar de la gloria celestial.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Tercer dolor y gozo
Ejecutor obediente de las leyes divinas, glorioso San José, la sangre preciosísima que el Redentor Niño derramó en su circuncisión os traspasó el corazón, pero el nombre de Jesús que entonces
se le impuso, os confortó llenándoos de alegría,
Por este dolor y por este gozo alcanzadnos el vivir alejados de todo pecado, a fin de expirar gozosos con el nombre de Jesús en el corazón y en los labios,
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Cuarto dolor y gozo
Santo fiel, que tuvisteis parte en los misterios de nuestra redención, glorioso San José, aunque la profecía de Simeón acerca de los sufrimientos que debían pasar Jesús y María, os causó
dolor, sin embargo os llenó también de alegría, anunciándoos al mismo tiempo la salvación y resurrección gloriosa que de ahí se seguiría para un gran número de almas.
Por este dolor y por este gozo, conseguidnos ser del número de los que por los méritos de Jesús y por la intercesión de la Virgen María han de resucitar gloriosamente.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Quinto dolor y gozo
Custodio vigilante del Hijo de Dios hecho hombre, glorioso San José, ¡cuánto sufristeis teniendo que alimentar y servir al Hijo de Dios, particularmente a vuestra huida a Egipto!, ¡pero cuán
grande fue vuestra alegría teniendo siempre con vos al mismo Dios y viendo derribados los ídolos de Egipto.
Por este dolor y por este gozo, alcanzadnos alejar para siempre de nosotros al demonio, sobre todo huyendo de las ocasiones peligrosas, y derribar de nuestro corazón todo ídolo de afecto
terreno, para que ocupados en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos y muramos gozosos en su amor.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Sexto dolor y gozo
Ángel de la tierra, glorioso San José, que pudisteis admirar al Rey de los cielos, sometido a vuestros más mínimos mandatos, aunque la alegría al traerle de Egipto se turbó por temor a
Arquelao, sin embargo, tranquilizado luego por el Ángel vivisteis dichoso en Nazaret con Jesús y María.
Por este dolor y gozo, alcanzadnos la gracia de desterrar de nuestro corazón todo temor nocivo, de poseer la paz de la conciencia, de vivir seguros con Jesús y María y de morir también
asistidos de ellos.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Séptimo dolor y gozo
Modelo de toda santidad, glorioso San José, que habiendo perdido sin culpa vuestra al Niño Jesús, le buscasteis durante tres días con profundo dolor, hasta que lleno de gozo, le encontrasteis
en el templo, en medio de los doctores.
Por este dolor y este gozo, os suplicamos con palabras salidas del corazón, intercedáis en nuestro favor para que no nos suceda jamás perder a Jesús por algún pecado grave. Mas si por
desgracia le perdemos, haced que le busquemos con tal dolor que no nos deje reposar hasta encontrarle favorable, sobre todo en nuestra muerte, a fin de ir a gozarle en el cielo y a cantar
eternamente con Vos sus divinas misericordias.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Antífona
Jesús mismo era tenido por hijo de José, cuando empezaba a tener como unos treinta años. Rogad por nosotros, San José, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración Final
Oh Dios, que con inefable providencia, os dignasteis elegir al bienaventurado José por esposo de vuestra Santísima Madre, os rogamos nos concedáis tener como intercesor en los cielos al que
en la tierra veneramos como protector. Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIONES BÁSICAS
Nosotros, somos evangelizadores y tenemos que enseñar a rezar a aquellos que no lo saben, aqui les dejo las Oraciones Básicas para que puedan pasarlas a las personas cercanas a ustedes que lo
puedan necesitar. Muchos no rezan porque no saben como hacerlo.
Oraciones básicas
Padre nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Credo
Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos; está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo.
La Santa Iglesia Católica; la comunión de los Santos.
El perdón de los pecados.
La resurrección de la carne.
La vida perdurable. Amén.
Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh
dulce Virgen María!
V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Acto de contrición
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí. Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan
bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V. Envía, Señor, tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos. Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, danos el gustar todo lo recto según el mismo Espíritu y gozar siempre de su consuelo. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Ángel de la Guarda
Ángel de Dios, que eres mi custodio, ya que la soberana piedad me ha encomendado a ti, ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname. Amén.
San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.
ORACIÓN OFICIAL DE LA SANTA MAMA ANTULA
"Gracias Padre Dios por tu infinita bondad.
Gracias porque nos has regalado a María Antonia de San José para que, imitándola, llevemos a Jesús a todos los hermanos necesitados de la alegría de la salvación.
Te pedimos, Padre, que el ejemplo de Mama Antula, peregrina y misionera del Evangelio, nos anime a vivir las bienaventuranzas caminando juntos como Iglesia, sirviendo con generosidad a todos,
especialmente a los hermanos más pobres y a quienes más necesitan de tu infinita misericordia.
Por la intercesión de Mama Antula concédenos las gracias necesarias que sanen las heridas de nuestro cuerpo y alma, y nos anime en la fe, la esperanza y el amor para que como ella sepamos
discernir tu voluntad y andar hasta donde Dios no es conocido y amado, junto a María, la Virgen de los Dolores.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén Mama Antula, ruega por nosotros. Amén.
ORACIÓN A SAN TOBÍAS
Santo Señor, Oh Dios Padre de Misericordia,
Por tu nombre santísimo que todo lo puede,
te elevo esta humilde alabanza
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo Trino
Oh Señor,
Tú que hiciste acompañar a tu siervo Tobías hijo
por la presencia divina del arcángel Rafael,
para emprender el largo viaje,
que lo llevaron a la victoria contra el enemigo de Sara,
para dejarla libre del demonio que la atormentaba
líbrame de todo enemigo que me aceche.
Oh Señor que devolviste la vista a Tobías
con las vísceras del enorme pez
abre mis ojos para ver todo lo que debo ver.
Señor que estas siempre dispuesto a ayudar,
que nos bendices con tu infinita misericordia,
alíviame en la necesidad
como hiciste con Tobías, y su hijo
y mediante su intercesión
dame tu auxilio para remediar esta gran necesidad.
(hacer la petición)
Haz que yo también reciba tu asistencia celestial
para que te hagas presente al lado mío,
en todos los caminos
y especialmente a la hora de la prueba,
para que mi fe sea inquebrantable
y me conduzca a la victoria.
Te lo pido por Jesucristo,
nuestro señor y nuestro hermano.
Amén
Hacer el Acto de Contrición (Señor mío Jesucristo)
y rezar tres padrenuestro, tres avemarías, tres glorias
Celebración de hoy (5 de febrero): Hoy, celebramos a Santa Águeda: Abogada contra el Cáncer de Mama y los Partos
ORACIÓN A SANTA AGUEDA Santa Águeda, mujer de valor, de tu propio sufrimiento nos hemos visto movidos a pedirte oraciones por aquellos de nosotros que sufrimos de cáncer de mama. Ponemos el (los)
nombre(s) ante ti, y le pedimos que interceda en su nombre. Desde donde estás en la salud de la vida eterna todas las heridas sanadas, y todas las lágrimas enjugadas ora por (mencionar lo que se
desea), y por todos nosotros. Ore para que Dios nos dé su santa bendición de salud y sanidad.
Y, recordamos que usted fue víctima de la tortura y que aprendió, de primera mano, de la crueldad humana y la inhumanidad. Te pedimos que ores por todo nuestro mundo. Pídele a Dios que nos
ilumine con un «genio para la paz y la comprensión». Pídele que nos envíe Su Espíritu de Serenidad, y pídele que nos ayude a compartir esa paz con todos los que nos encontremos.
De lo que aprendiste de tu propio camino de dolor, pídele a Dios que nos dé la Gracia que necesitamos para permanecer santos en las dificultades, no permitiendo que nuestro enojo o nuestra
amargura nos alcancen. Ore para que seamos más pacíficos y más caritativos. Y desde tu santo paso en nuestro cuerpo místico, la Iglesia, ruega que nosotros, en nuestro lugar y tiempo, juntos,
creemos un mundo de justicia y paz. Amén.
ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL PRIMER DIA DEL MES PARA PEDIR LA PROVIDENCIA DIVINA
Una oración a la Divina Providencia al iniciar cada mes es una bella tradición que los católicos hemos recibido de nuestros mayores.
¿Qué significan las velas de la Divina Providencia?
Al encender la vela a la Divina Providencia hacemos una oración a la Santísima Trinidad para agradecerle a Dios todo lo que nos da como nuestro Padre bueno. Y en ella también le pedimos
humildemente que durante el mes no nos falte lo necesario.
De acuerdo con la tradición, en ese día también vamos la Iglesia, participamos en la Misa de la Divina Providencia, oramos ante la imagen de la Santísima Trinidad y depositamos tres monedas en la
alcancía especial que suele tener tres ranuras para la ofrenda.
Cómo prender las velas de la Divina Providencia el primero de mes
Para hacer la oración a la Divina Providencia, encendemos una vela en nuestro hogar cada día 1 y la dejamos consumirse en honor a la Divina Providencia.
Sabemos que esta es una práctica religiosa que gusta a las personas, por ello en este artículo te compartimos cuál es su significado y una oración para que reces mientras enciendes la vela a la
Divina Providencia el día primero del mes. Este es un momento que puedes dedicar para pedir que tus necesidades y las de tus seres queridos sean cubiertas, y que nada les falte.
¿Qué significa “providencia”?
La palabra “providencia” viene del Latín y significa “ver por”. Por eso se dice que los papás tienen providencia sobre sus hijos, pues siempre están viendo que no les falte salud, educación,
comida. Ni siquiera esperan a que los hijos lo pidan. De la misma forma, Dios, que es Amor, está al pendiente de nuestras necesidades, y cuando le pedimos con humildad, Él las resuelve con
generosidad.
A continuación te compartimos una oración a la Divina Providencia para que la puedas rezar con fervor cada primero de mes.
¡OH DIVINA PROVIDENCIA!
¡Concédeme Tu clemencia y Tu infinita bondad!
Arrodillado a Tus plantas
a Ti caridad portento.
Te pido para los míos:
casa, vestido y sustento.
Concédeles salud y
llévalos por el buen camino
y que sea siempre la virtud
la que los guíe en su destino.
Tú eres toda mi esperanza.
Tú eres el consuelo mío,
en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío.
Tu, Divina Providencia se extienda en cada momento,
para que nunca nos falte:
casa, vestido y sustento,
ni los santos Sacramentos en el último momento.
Amén.
ORACIÓN A MARIA PARA PEDIR TRABAJO
ORACIÓN A MARIA PARA PEDIR TRABAJO
Virgen María, Madre de inmensa y admirable bondad, gran Reina y protectora Celestial nuestra, lleno-a de angustia y agobiado-a por la falta de trabajo, recurro a ti con gran fe y esperanza. Tú
que siempre me sostienes con maternal amor, no me abandones en esta especial circunstancia. Acudo con respeto y humildad ante tu Sagrada Imagen a pedirte una vez más tengas piedad de mí, porque
Tú siempre tienes los brazos abiertos de par en par para dar consuelo, ayuda y remedio a quien confiadamente te implora asistencia. Oh María, amadísima y alabada por tus hijos, oh Divina Madre de
inagotable misericordia, Tú que eres mi dulce abogada y auxiliadora, mi intercesora y mediadora ante Jesucristo, nuestro amigo, nuestro hermano y Señor, haz llegar mis sinceras peticiones ante
El, en Ti espero y en ti confío que, por tu bendita intervención, consiga el empleo más adecuado (o negocio propio) que me permita salir de la angustia económica que tengo y me haga recuperar la
estabilidad y la tranquilidad, que como sabes me es tan necesario para mi tranquilidad. Envía, mi buena y dulce Señora a tus Santos Ángeles para que abran mis caminos y me guarden y acompañen en
las gestiones y entrevistas que tenga que realizar, para que me dirijan y me guíen hacia el éxito laboral y así pueda tener bienestar y alcanzar las metas señaladas. Oh bendita y santa Madre del
Señor glorificado que velas por nosotros y nos das Luz en la oscuridad, que eres nuestro impulso, nuestra fortaleza y esperanza, a Ti encomiendo mis dificultades y carencias, mis angustias y lo
mucho que me hace sufrir la falta de empleo, y con devoción, entrega y total seguridad en tu poder, te pido me concedas este milagro lo antes posible. Que tu clemencia me asista y tu poder me
auxilie, que tu compasivo Corazón me de refugio y descanso y haga posible lo que con todo mi ser he pedido. Santísima Virgen María, te llevo dentro de mí, te suplico seas mi refugio y mi sostén
en la adversidad, te ruego no dejes de escuchar mis suplicas desesperadas, que por tu intercesión nunca pierda el favor de Dios; Madre ven a mí, que en esta difícil lucha por la vida siempre
encuentre en Ti la protección maternal que tanta falta me hace en mi alma, cuerpo y corazón, y aunque yo me olvide de Ti en alguna ocasión, Tu nunca te olvides de mí, no dejes de favorecerme,
tiéndeme tu firme, segura y poderosa mano, esa mano Celestial que condujo a Jesús en su niñez y tantas veces le acarició y le dio todo el amor. Amén.
Oración de Consagración a la Virgen de Guadalupe
Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive.
En estos momentos, como Juan Diego sintiéndonos pequeños y frágiles
ante la enfermedad y el dolor, te elevamos nuestra oración y nos consagramos a ti.
Gracias por visitar nuestro hogar. Te suplicamos que te quedes entre nosotros
acudimos a tu Inmaculado Corazón e imploramos tu intercesión.
Alcánzanos de tu Hijo la salud y la esperanza, la fortaleza y la serenidad,
que nuestros temores se transformen en alegría.
Santísima Virgen María, gran misionera de nuestros pueblos,
sé caricia maternal que conforte a los enfermos,
y para todos nosotros, Madre, sé presencia y ternura en cuyos brazos todos encontremos seguridad.
De tu mano, permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús,
tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Se reza un Ave maría
Padre Celestial,
Te pido que en este momento de una manera especial.
A través de tu poder yo fui creado.
Cada respiro que doy, cada mañana que me despierto, y cada momento de cada hora, yo vivo bajo tu poder.
Padre, te pido ahora que me toques con el mismo poder.
Porque si tú me creaste de la nada, tu puedes sin duda re crearme. Lléname con el poder curativo de tu espíritu.
Echa fuera todo lo que no debe estar en mí.
Arregla lo que está roto.
Quita cualquier célula improductiva.
Abre cualquier obstrucción de las arterias o las venas y reconstruye las áreas dañadas.
Retira toda la inflamación y limpia cualquier infección.
Deja que el calor de tu amor pase a través de mi cuerpo para hacer nuevas todas las áreas insalubres, para que mi cuerpo funcione de la manera que tú lo creaste para funcionar.
Y padre, devuelveme la plena salud en mi mente y cuerpo para que pueda servirte el resto de mi vida.
Te lo pido por la intercesión de Nuestra Señora, María Mediadora de Todas las Gracias y Su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
ORACIONES POR LOS DIFUNTOS
Oración por un ser querido fallecido
“Padre santo, Dios eterno y Todopoderoso, te pedimos por (el nombre del difunto), que llamaste de este mundo.
Dale la felicidad, la luz y la paz. Que él, habiendo pasado por la muerte, participe con los santos de la luz eterna, como le prometiste a Abraham y a su descendencia.
Que su alma no sufra más, y te dignes a resucitarlo con los santos el día de la resurrección y la recompensa.
Perdónale sus pecados, para que alcance junto a ti la vida inmortal en el reino eterno.
Por Jesucristo, Tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.”
Oración por un difunto
¡Oh Dios! Nuestro creador y redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) participen de su
victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén.”
Oración de San Agustín
“No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudiérais oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudiérais ver con vuestros ojos los
horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudiérais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
Creedme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha
precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un
néctar del cual nadie se saciará jamás. Amén.”
ORACIÓN A MARIA PIDIENDO POR LA PAZ EN PALESTINA
«Oh María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Reina de Palestina y de Tierra Santa, en este tiempo de prueba acudimos a ti porque nos amas y nos conoces: ninguna preocupación de nuestros corazones te
es oculta. Madre de Misericordia, ¡cuántas veces hemos experimentado tu cuidado vigilante y tu presencia pacífica! Nunca dejas de guiarnos hacia Jesús, Príncipe de la Paz.
Sin embargo, la humanidad se ha desviado de ese camino de Paz. Ha olvidado las lecciones aprendidas de las tragedias del pasado reciente, los sacrificios de los millones de caídos en las
guerras.
Con nuestros pecados hemos quebrantado el corazón de nuestro Padre celestial, que desea que seamos hermanos y hermanas. Ahora, con vergüenza, clamamos ¡Perdónanos, Señor!
Madre Santa, en medio de nuestras luchas y debilidades, en medio del misterio de la iniquidad que es el mal y la guerra, tú nos recuerdas que Dios nunca abandona a su pueblo, sino que continúa
mirándonos con Amor. Él te ha entregado a nosotros y ha hecho de tu Corazón Inmaculado un refugio para la Iglesia y para toda la humanidad.
Ahora llamamos a la puerta de tu Corazón. Nosotros, tus amados hijos. Confiamos en que, en los momentos más convulsos de nuestra historia, no despreciarás nuestras súplicas y acudirás en nuestra
ayuda.
Así lo hiciste en Caná de Galilea, cuando intercediste ante Jesús. Para preservar la alegría de las bodas, le dijiste: "No tienen vino" (Jn 2,3). Ahora, oh Madre, repite esas palabras, porque en
nuestros días se nos ha acabado el vino de la Esperanza, ha huido la Alegría, se ha desvanecido la Fraternidad. Hemos olvidado nuestra humanidad y hemos desperdiciado el don de la Paz. ¡Cuánta
necesidad tenemos de tu ayuda materna!
Reina del Rosario, haznos comprender nuestra necesidad de orar y hacer penitencia. Guía a los lideres mundiales y a quienes deciden el destino de las naciones, para que decidan según la justicia
y la verdad, y trabajen por el bien común.
Reina y Madre nuestra, muestra a los habitantes de tu patria el camino de la fraternidad. En medio del fragor de las armas, convierte nuestros pensamientos a la Paz, y nuestras espadas en rejas
de arado. Que tu toque maternal alivie a los que sufren y huyen de los cohetes y las bombas.
Que tu abrazo materno reconforte a los que están heridos u obligados a abandonar sus hogares, a los que han perdido a sus familiares, a los prisioneros y a los que están perdidos y
cautivos.
Santa Madre de Dios, mientras estabas bajo la cruz, Jesús, al ver al discípulo a tu lado, dijo: "Ahí tienes a tu hijo" (Jn 19,26). De esta manera, Él te confió a cada uno de nosotros. Al
discípulo, y a cada uno de nosotros, dijo: "Ahí tienes a tu Madre" (Jn 19,27). Madre María, ahora deseamos acogerte en nuestras vidas y en nuestra historia.
En esta hora, mientras el pueblo de Tierra Santa se dirige a Ti, tu corazón late de compasión por ellos y por todos los pueblos diezmados por la guerra, el hambre, la injusticia y la
pobreza.
Por eso, Madre de Dios y Madre nuestra, a tu Corazón Inmaculado nos encomendamos y consagramos solemnemente a nosotros mismos, a nuestra Iglesia, a toda la humanidad, a los pueblos de Oriente
Medio, y especialmente al pueblo de Tierra Santa, que te pertenece, ya que lo has honrado con tu nacimiento, tus virtudes y tus dolores, y desde allí has dado el Redentor al mundo. Haz que
termine la guerra y que la Paz se extienda por nuestros pueblos y ciudades.
Que, por tu intercesión, la misericordia de Dios se derrame sobre la tierra y el suave ritmo de la Paz vuelva a marcar nuestros días.
Tú, que un día recorriste las calles de nuestra tierra; guíanos ahora por los caminos de la Paz»
Amén.
P. Gabriel Romanelli, IVE
Párroco de Gaza
ORACION A SAN JUDAS TADEO
ORACIÓN AL BEATO CARLO ACUTIS
Oh Dios, nuestro Padre,
gracias por habernos dado a Carlo,
modelo de vida para los jóvenes
y mensaje de amor para todos.
Tú has hecho que se enamore
de tu hijo Jesús,
haciendo de la Eucaristía
su “autopista hacia el cielo”.
Tú le has dado a María
como Madre muy amada,
y has hecho que con el Rosario
se convirtiese en un cantor de su ternura.
Acoge su oración por nosotros.
Mira sobre todo a los pobres,
a quienes él amó y ayudó.
También a mí concédeme,
por su intercesión,
la gracia que necesito…
Y haz que nuestra alegría sea plena,
conduciendo a Carlo entre los beatos
de tu Santa Iglesia,
a fin de que su sonrisa
siga resplandeciendo para nosotros
para gloria de tu nombre.
Amén.
Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria
¡Te comparto una oración para rezar por la paz en el mundo!
ORACIONES PARA AGRADECER LA COMIDA DIARIA
Oración para antes de los alimentos
Bendito y alabado seas, gran Señor,
que nos das nuestro pan de cada día,
enséñanos a compartirlo.
Que la Divina Providencia se extienda en cada momento
para que nunca nos falte casa, vestido y sustento, salud
y los sacramentos hasta el último momento.
Amén.
Oración para después comer
Te damos gracias, Señor, por estos alimentos que acabamos de tomar,
para mantenernos en tu santo servicio.
Dale pan a los que no tienen
y hambre y sed de Ti a los que tenemos pan,
Amén
ORACIÓN A LA VIRGEN NIÑA
Oración a la Virgen Niña
Pequeña y dulce María, princesa mía, sin pecado concebida, estrella de mis días y desde niña la mas perfecta profecía. Ilumina esta vida mía, a veces enceguecida, sin ansias ni dicha y totalmente
empobrecida. Hazme, pequeña María, luz en estos días y resplandor en la oscuridad del alma mía. Hazme niño, pequeñito y dulcísimo para que el Buen Dios escriba lo que ha querido de ésta vida,
para su gloria y como verdad que ilumina.
Amén
ORACION A SANTA CATALINA DE SIENA
Señor Dios,
tú has mostrado a santa Catalina
el amor infinito
hacia todos los hombres,
hechura de tus manos,
que arde en tu corazón .
Ella compartió generosamente
esta revelación
y la vivió en todas sus consecuencias
hasta el heroísmo.
Concédenos que podamos
seguir su ejemplo,
confiando en tus promesas
y aumentando nuestra fe en tu presencia
en cada sacramento,
especialmente en el sacramento de tu perdón.
Te lo pedimos por Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Dirigimos nuestra mirada a ti, Jesús Crucificado, que te has entregado por nosotros en aquel último gesto de darnos el corazón. Tenemos la alegría de inspirarnos en el Misterio de tu corazón
traspasado.
En comunión con la lglesia te glorificamos y proclamamos en el mundo tu Evangelio de misericordia. Concédenos tu perdón, mantén nuestra fe agradecida, acoge nuestra entrega diaria y renuévanos en
tu amor, para que podamos trabajar por la llegada de tu Reino en los corazones y en la sociedad.
Corazón de Jesús, quiero confiar siempre en tu bondad, y, por el corazón de tu madre, te pido que no decaiga nunca mi confianza a pesar de todos los problemas y dificultades que encuentre, para
que Tú, que has sido mi consuelo en la vida, seas mi refugio en la hora de la muerte y mi gloria en la eternidad.
Así sea.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
ORACIÓN A LA DIVINA PROVIDENCIA AL COMENZAR EL MES
Agradezcamos a Dios por sus dones y pidamos con confianza lo que necesitaremos durante el mes que comienza
Cuando inicia un mes, existe la costumbre de celebrar la Eucaristía para dar gracias a Dios por todo lo que se ha recibido y, sobre todo, para pedirle que en los próximos treinta días, su mano
providente dé lo necesario a la familia, para que no falte nunca «casa, vestido y sustento».
ORACIÓN A LA DIVINA PROVIDENCIA
Dios Padre Creador, Dios Hijo Redentor, Dios Espíritu Santo Santificador. Tú. que abres tu mano y colmas de bendiciones a todos los vivientes, Tú, que diriges todo hacia el bien de los que
te aman, Tú, que en la misericordia nos amas, nos ayudas y no nos olvidas jamás, recibe nuestras súplicas, pues en Ti, Señor, ponemos nuestra esperanza.
Humildemente vengo a darte las gracias por los infinitos bienes con que tu Providencia me ha colmado. Ingrato sería si no viniese a rendir ese justísimo acto de gratitud. Acéptalo no
solo por mí, sino también por todos mis familiares y devotos que reconocen tu generosidad y la largueza de tu Bendita y Sacrosanta Mano.
Te pido por todos mis bienhechores, por todas las personas que en tu infinita gracia han intervenido proporcionándome los medios de subsistencia. Ayúdalos, socórrelos y protégelos, y a mí y
a mi familia, adorable Misterio, haznos dignos de tu protección, de tu auxilio y de tus favores e ilumínanos en el sendero de la fe, para que mientras seamos peregrinos de este mundo,
constantemente ensalcemos tu Grandeza.
Tú, que lo diriges todo según el designio de tu voluntad y estás lleno de bondad y misericordia, recíbenos en tu Sagrado Corazón y ten piedad de nosotros, haz que siempre confiemos en tu
Providencia y llénanos de gracias durante este mes, dígnate concedernos alivio en nuestras necesidades y consuelo las aflicciones
Haz que en mi familia y en mi hogar, no suframos por las adversidades y carencias, aleja de nosotros las enfermedades y líbranos de todo mal y enemigo, danos tu santísima bendición en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Que la Divina Providencia se extienda en cada momento para que nunca nos falte salud, casa, vestido, sustento, y en la hora de la muerte los últimos sacramentos.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
CELEBRACIÓN DE HOY (23 de agosto): Hoy, celebramos a
Santa Rosa de Lima. Mística. Patrona de América, Perú y Filipinas.
Oración a Santa Rosa de Lima Bendita y amada del Señor, y gloriosa Santa Rosa, por aquella felicidad que recibisteis de poder uniros a Dios y
prepararos para una santa muerte, alcanzadme de su divina Majestad la gracia de que purificando mi conciencia, con los sufrimientos de la enfermedad y con la confesión de mis pecados, merezca
disponer mi alma, confortarla con el viático santísimo del cuerpo de Jesucristo a fin de asegurar el trance terrible de lo muerte, y poder volar por ello o la eterna bienaventuranza de la gloria.
Así sea.
BENDICION DE SANTA CLARA DE ASIS
ORACIÓN A SANTO DOMINGO DE GUZMÁN
¡Oh glorioso patriarca Santo Domingo!, gloria de España, amparo de la fe y fundador de la sagrada orden de los Predicadores. Tu nacimiento fue lleno de prodigios divinos, tu niñez amable, tu vida
admirable, tu doctrina más del cielo que de la tierra, con la cual, y con los ejemplos de tus heroicas virtudes e innumerables milagros que el Señor obró por ti, convertiste a la fe católica a
innumerables herejes, reformaste las costumbres extraviadas de los fieles, instituiste una orden de varones apostólicos que sustentase la Iglesia que amenazaba ruina, y llevase por la redondez de
la tierra la doctrina del Evangelio, resistiese a los enemigos de la fe y fuese sol y luz del mundo.
Yo te ruego y suplico, ¡oh padre santísimo!, que me alcancéis la gracia de aquel Señor que te adornó de tantas y tan grandes gracias y virtudes, para que yo te imite en la pureza de mi alma y
cuerpo, y en aquella ardentísima caridad con que tan amablemente llorabas los pecados ajenos y te castigabas por ellos, y quisiste ser vencido por rescatar el hijo de la viuda, y deseaste y
procuraste ser mártir por el Señor; y aquella profundísima humildad y menosprecio del mundo, en la penitencia, en la mortificación de mis pasiones, en la oración y devoción a la Santísima Virgen
nuestra Señora, que tu en tan sublime grado tuviste, para que siguiendo tus pisadas con tu favor, sea partícipe de tus altos merecimientos y de la corona que tu posees en el cielo.
Amén.
ORACIÓN A SAN CAYETANO POR PAN Y TRABAJO
ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario, por lo que su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para
verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo, el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis
aflicciones y la gracia especial que te pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma; que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa.
Quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente y uniendo mi voz con sus afectos, te saludo una y mil veces diciendo: (Tres Avemarías).
Virgen Santísima del Carmen, yo deseo que todos sin excepción, se cobijen bajo tu sombra protectora de tu Santo Escapulario y que todos estén unidos a Ti Madre Mía, por los estrechos y amorosos
lazos de ésta tu querida insignia.
¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante su sagrada imagen y concédenos benigna tu amorosa protección. Te encomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre el Papa y la
Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos.
Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a tu Divino Hijo y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y
te amen, Madre Mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Amén.
SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES
"Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."
ACCIÓN DE GRACIAS Y OFRECIMIENTO
¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido,
agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de
tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan
tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción. Amen.
GOZOS A LA VIRGEN DEL CARMEN
Prodigioso y admirable
Imán de nuestro desvelo;
Nubecilla del Carmelo,
Sednos protectora y Madre.Salve, Reina de los, cielos,
De misericordia Madre,
Vida y dulzura divina;
Esperanza nuestra, Salve;
Nubecilla etc.Dios te Salve, Templo hermoso
Del divino Verbo en carne,
Sálvete Dios, Madre Virgen,
Pues eres Virgen y Madre;
Nubecilla etc.Volvednos, Madre piadosa,
Vuestros ojos admirables,
Y mirad por vuestros hijos,
Pues que sois piadosa Madre;
Nubecilla etc.Socorrednos, pues escucha
Que en las penas y combates
A ti suspiramos todos
En este lloroso valle;
Nubecilla etc.Mostradnos a vuestro Hijo
De Josafat en el Valle,
Piadoso, pues que nació
De ese cristal admirable;
Nubecilla etc.Rogad por vuestros devotos
A la bondad inefable;
Pues murió para salvarnos,
Por su clemencia nos salve;
Nubecilla del Carmelo,
Sednos protectora y Madre.
V. Ruega por nos, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN
Oh Dios, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Madre tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya
conmemoración celebramos, seamos dignos de llegar a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea.
Concluir cada día con tres avemarías.
ORACIÓN A LA VIRGEN DESATANUDOS PARA PEDIR POR UN ADICTO.
Oh ¡ amada madre, Virgen santa
que desatas los Nudos
en la vida de quien en Ti creemos
ante ti Madre vengo humildemente
para que escuche mi voz,
mis suplicas y mis ruegos,
estoy desesperado(a), angustiado(a)
Vengo a ti para pedir por
(nombrar a la persona que tiene que dejar las adicciones: alcoholismo, drogas, juego,otros)
Madre Bendita desatanudos
Te pido que ayudes a que deje esta adicción,
Haz que deje ese terrible vicio que lo tiene atado
Liberalo de las trampas que lo encierran
Haz un cambio en su vida Virgen desatanudos
Te pido que lo aléjes de las malas compañías
que influyen en su negativo camino
que sólo lo llevará a la miseria.
Te ruego, madre mía, no lo desampares,
escucha mi voz, dale la fuerza para salir adelante.
Virgen Bendita que desatas los nudos
Te pido que desates el vicio que lo aqueja a
(nombrar a la persona por la que pedimos)
Quítale esa mala costumbre,
Que solo intoxica y envenena su vida,
Que tus manos le permitan levantarse y
Encontrar en ti la esperanza y la seguridad
Que necesita en su vida.
Madre santa en ti confió
Amen
ORACIÓN PARA PEDIR UN CORAZÓN GENEROSO
Dios,
Gracias por mostrarme cómo es la generosidad. Confieso que a veces es fácil para mí enfocarme en cosas no muy importantes. Pero hoy me entrego a Tu voluntad, confiando en Ti por completo. Cambia
mi forma de pensar y dame un corazón generoso. Hazme consciente de los recursos que tengo y cómo los puedo usar para servir a los demás. Ayúdame a vivir una vida que bendiga a otros, así como Tú
me has bendecido ricamente.
En el nombre de Jesús, Amén.
Oración de consagración a los Corazones de Jesús y María
Santísimos Corazones de Jesús y María,
unidos en el amor perfecto,
como nos miráis con misericordia y cariño,
consagramos nuestros corazones,
nuestras vidas y nuestras familias a Vosotros.
Conocemos que el ejemplo bello
de vuestro hogar en Nazaret fue un modelo
para cada una de nuestras familias.
Esperamos obtener, con vuestra ayuda,
la unión y el amor fuerte y perdurable
que os disteis.
Que nuestro hogar sea lleno de gozo.
Que el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia
y el respeto mutuo sean dados libremente a todos.
Que nuestras oraciones
incluyan las necesidades de los otros,
no solamente las nuestras.
Y que siempre estemos cerca de los sacramentos.
Bendecid a todos los presentes
y también a los ausentes,
tantos los difuntos como los vivientes;
que la paz esté con nosotros,
y cuando seamos probados,
conceded la resignación cristiana
a la voluntad de Dios.
Mantened nuestras familias cerca
de vuestros Corazones;
que vuestra protección
especial esté siempre con nosotros.
Sagrados Corazones de Jesús y María,
escuchad nuestra oración.
Amén.
Oración de Sanación interior:
Padre de bondad: te bendigo y te alabo y te doy gracias; porque por tu amor nos diste a tu hijo Jesús.
Gracias, Padre, porque a la luz del Espíritu comprendemos que Él es la luz; la verdad y el Buen Pastor que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.
Hoy, Padre, me quiero presentar delante de ti, como tu hijo. Tú me conoces por mi nombre; pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida.
Tu conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia. Tu conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho.
Conoces también lo que hice mal y lo que otros me hicieron lastimándome.
Tu conoces mis limitaciones, mis errores y mis pecados. Conoces los traumas y complejos de mi vida.
Hoy, Padre, te pido que por el amor que le tienes a tu hijo Jesucristo, derrames Tu Santo Espíritu sobre mí, para que el calor de Tu Amor Sanador penetre en lo más íntimo de mi corazón.
Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas, sáname aquí y ahora; de mi alma, de mi mente, de mi memoria y todo mi ser e interior.
Entra en mí, Señor Jesús, como entraste en aquella casa donde estaban tus discípulos llenos de miedo.
Tu que apareciste en medio de ellos y les dijiste: “Paz a Vosotros”, entra en mi corazón y dame tu paz.
¡Lléname de Tu Amor!
Sabemos que el amor hecha fuera el temor. Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Sabemos, Señor Jesús, que Tu lo haces siempre que te lo pedimos y te lo estoy pidiendo con María, mi Madre, la que estaba en las bodas de Caná, cuando no había vino, y tu respondiste a su deseo
transformando el agua en vino.
Cambia mi corazón y dame un corazón generoso; un corazón afable, un corazón bondadoso, dame un corazón nuevo.
Has brotar en mí los frutos de tu presencia. Dame el fruto de Tu Espíritu que es Amor; Paz y Alegría. Haz que venga sobre mi el Espíritu de las Bienaventuranzas, para que pueda saborear y buscar
a Dios cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto a los demás; junto a mi familia y junto a mis hermanos.
Te doy gracias, Padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida.
Te doy gracias de todo corazón porque Tú me sanas, porque Tú me liberas, porque Tu rompes las cadenas y me das la libertad.
Gracias, Señor Jesús, porque soy templo de Tu Espíritu, y ese templo no se puede destruir porque es la casa de Dios.
Te doy gracias Espíritu Santo por la fe. Gracias por el amor que has puesto en mi corazón,
¡Qué grande eres Señor Dios Trino y Uno!
Bendito y Alabado Seas, Señor. Amen.
ORACIÓN DE SÚPLICA
Santísima Virgen, Madre de Dios, yo aunque indigno pecador postrado a vuestros pies en presencia de Dios omnipotente os ofrezco este
mi corazón con todos sus afectos. A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro hijo Jesús.
Aceptad esta humilde oferta vos que siempre habéis sido la auxiliadora del pueblo cristiano.
Oh María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en
que me encuentro.
Reina de los cielos, en vuestras manos pongo mi causa. Se bien que en los casos desesperados se muestra más potente vuestra
misericordia y nada puede resistir a vuestro poder. Alcanzadme Madre mía la gracia que os pido si es del agrado de mi Dios y Señor. Amén.
ORACIONES A SAN JOSE
Oración del Papa León XIII
A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella
caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas
benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.
Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el
cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la
Iglesia Santa de dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, ya cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio,
podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. Amén.
A San José por los pobres, por los enfermos y por los moribundos
Estos son la porción escogida de tu amor, excelso Patriarca, y en el cual muestras a menudo la eficacia de tu protección. Los que sufren estrecehez y necesidad, los que padecen en el lecho
del dolor corporales sufrimientos, los que en el trance duro de la muerte imploran tu consuelo. Te pedimos por ellos, mansísimo Padre de pobres, de enfermos y de moribundos; te
pedimos por ellos, y por nosotros cuando nos hallemos en su aflictiva situación. Derrama sobre los corazones lacerados el bálsamo de la santa confianza en Dios; ahuyenta de ellos el
negro demonio de la desesperación. Sonríe a los tristes con la dulzura de la esperanza; haz llegar a a los necesitados el pan de la caridad; anticipa a los ojos vidriados de
los agonizantes un rayo de luz del paraíso que les está prometido.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Tomado del libro Año Sacro de Felix Sardá y Salvany
Recopilado por José Gálvez Krüger
A San José por los pobres, por los enfermos y por los moribundos
Estos son la porción escogida de tu amor, excelso Patriarca, y en el cual muestras a menudo la eficacia de tu protección. Los que sufren estrecehez y necesidad, los que padecen en el lecho
del dolor corporales sufrimientos, los que en el trance duro de la muerte imploran tu consuelo. Te pedimos por ellos, mansísimo Padre de pobres, de enfermos y de moribundos; te pedimos por
ellos, y por nosotros cuando nos hallemos en su aflictiva situación. Derrama sobre los corazones lacerados el bálsamo de la santa confianza en Dios; ahuyenta de ellos el negro demonio de la
desesperación. Sonríe a los trsites con la dulzura de la esperanza; haz llegara a los necesitados el pan de la caridad; anticipa a los ojos vidriados de los agonizantes un rayo de luz del paraíso
que les está prometido.
Padre nuestro, Ave María y Gloria
Tomado del libro Año Sacro de Felix Sardá y Salvany
Recopilado por José Gálvez Krüger
ORACIÓN A SAN VALENTIN
Oh Don Bosco Santo, cuando estabais en esta tierra no había nadie que acudiendo a Vos, no fuera, por Vos mismo, benignamente recibido, consolado y ayudado. Ahora en el cielo, donde la caridad se
perfecciona ¡cuánto debe arder vuestro gran corazón en amor hacia los necesitados! Ved, pues, mis presentes necesidades y ayudadme obteniéndome del Señor (pídase la gracia).
También Vos habéis experimentado durante la vida las privaciones, las enfermedades, las contradicciones, la incertidumbre del porvenir, las ingratitudes, las afrentas, las calumnias, las
persecuciones y sabéis qué cosa es sufrir.
Ea, pues, oh Don Bosco Santo, volved hacia mí vuestra bondadosa mirada y obtenedme del Señor cuánto pido, si es ventajoso para mí alma; o si no, obtenedme alguna otra gracia que me sea aún más
útil, y una conformidad filial a la divina voluntad en todas las cosas, al mismo tiempo que una vida virtuosa y una santa muerte. Así sea.
Oración a San Antonio Abad
Dios Todopoderoso que impulsaste a San Antonio Abad a abandonar las cosas de este mundo para seguir en pobreza y soledad el Evangelio de tu Hijo, te pedimos que, a ejemplo suyo sepamos
desprendernos de todos lo que nos impide amarte y servirte con todo el corazón, el alma y las fuerzas.
pidiéndote la gracia de que la nuestra se mantenga sana
y le demos el uso para la salvación de nuestra alma,
sin turbar jamás nuestra mente en espectáculos peligrosos.
Y que todo lo que ellos vean se convierta en saludable
y valioso motivo de amar cada día más a Nuestro Creador
y Redentor Jesucristo, a quien por tu intercesión,
oh protectora nuestra; esperamos ver y amar eternamente
en la patria celestial.
Amén.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas
¡Oh, Virgen Inmaculada,
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios.
Madre Santísima, que podamos llevar a todos
la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén
Extractos de la Oración a la Virgen de Guadalupe de Juan Pablo II, México 1979
ORACION A JUAN DIEGO
Tú que fuiste elegido por Nuestra Señora de Guadalupe como instrumento para mostrar a tu gente y al mundo que el camino del cristiano es uno de amor, compasión, comprensión, valores,
sacrificios, arrepentimiento de nuestros pecados, aprecio y respeto por la creación de Dios, y por encima de todo, uno de humildad y obediencia. Tú, quien ahora sabemos que estás en el
Reino de nuestro Señor y cerca de nuestra Madre, sé nuestro ángel y protégenos, quédate con nosotros mientras luchamos en esta vida moderna sin saber, la mayor parte del tiempo, donde
fijar nuestras prioridades. Ayúdanos a orar a Dios, por medio del Corazón de nuestra Señora de Guadalupe hacia el Corazón de Jesús, para obtener los dones del Espíritu Santo y usarlos
para el bien de la humanidad y el bien de nuestra Iglesia.
Amén
ORACIÓN A SANTA CATALINA DE SIENA
Señor Dios,
tú has mostrado a santa Catalina
el amor infinito
hacia todos los hombres,
hechura de tus manos,
que arde en tu corazón .
Ella compartió generosamente
esta revelación
y la vivió en todas sus consecuencias
hasta el heroísmo.
Concédenos que podamos
seguir su ejemplo,
confiando en tus promesas
y aumentando nuestra fe en tu presencia
en cada sacramento,
especialmente en el sacramento de tu perdón.
Te lo pedimos por Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
ORACION A LA VIRGEN DEL PILAR
Virgen Santa, Madre mía.
Luz hermosa, claro día.
Que la tierra aragonesa
Te dignaste visitar,
Este pueblo que te adora,
De tu amor favor implora,
Y te aclama y te bendice
Abrazada a tu Pilar.
Pilar sagrado
Faro esplendente,
Rico presente
De caridad,
Pilar bendito
Trono de gloria.
Tú a la victoria
Nos llevarás.
Cantad, cantad
Himnos de honor y alabanza
A la Virgen del Pilar.
ORACIÓN A JESÚS POR NUESTROS DOLORES Y SUFRIMIENTOS
Querido Jesús, yo sé que Tú me amas y que no quieres más que el bien para mi. Pero sabes que por mi condición humana paso sufrimientos y dolores igual que los pasaste Tú, por eso me
comprendes y me acompañas en mi dolor. Te pido por intercesión de Santa Teresa de Jesús que pueda aceptar los dolores que sean inevitables y pueda ser feliz con ellos y sacar de ellos muchos
bienes espirituales para mi y para los demás.
Amén. Jesús te amo.
¿Sabes que
hay una Oración Irresistible? Nació de la Unión de los Corazones de Jesús y el
Padre Pío
Una cosa poco conocida del Padre Pío, fue la unión que logró su corazón con el Sagrado Corazón de Jesús, que latían al unísono.
Y que no fue sólo mística, sino que terminó siendo física, cuando el Corazón de Jesús penetró en el suyo, cuando le sucedió la Transverberación
del Corazón, que fue el primer estigma físico que tuvo el Padre Pío, el del costado.
Y entonces, al unir ambos corazones, le fue posible crear la Oración Irresistible para pedir gracias, basada en las propias palabras de
Jesús.
Y a la que el Señor no se puede resistir, porque se basa en Sus propias promesas.
Aquí hablaremos sobre cómo sucedió la transverberación del corazón del Padre Pío y enseñaremos a rezar la Oración Irresistible a
Jesús.
El Padre Pío fue un sacerdote escogido por Dios para compartir la intimidad del amor divino.
No hay ningún Santo en el último siglo que haya tenido los dones sobrenaturales que tuvo él.
Y precisamente Dios lo levantó en la época más incrédula de estos dos mil años, cuando la fe se está apagando y la apostasía está penetrando en
la propia Iglesia.
Lo conocemos por los grandes dones espirituales extraordinarios y carismas.
Incluyendo el don de sanidad, bilocación, profecía, milagros, discernimiento de espíritus, los estigmas, etc.
Y a veces también algunos lo conocen por sus enseñanzas espirituales, simples, pero de una sabiduría que es sobrenatural.
Donde destacan frases como, «No tienes que ser digno, solo tienes que estar dispuesto».
El Señor nos pide que seamos perfectos sino que aceptemos el desafío diciendo que sí a seguirlo.
«Sirve al Señor con una sonrisa».
Debemos tomar la vida con alegría, porque de esa forma podemos hacer que los inconvenientes propios y de nuestros hermanos no sean
angustiantes.
«Dios siempre nos dará más de lo que merecemos».
Si entregamos la conducción de nuestra vida a Dios, Él nos proveerá de cosas tan buenas, que incluso no somos capaces de pedir ni de
imaginar.
«Dios nunca permitirá que nos pase nada que no sea para nuestro mayor bien».
Todas las cosas funcionan para bien de quienes aman a Dios, por lo tanto nos queda a nosotros confiar en los caminos del Señor sin
titubear.
Y sobre todo la más conocida,
«Ora, espera, no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y oirá tus oraciones».
Siempre habrá algo por lo que preocuparse, pero si nos quedamos fijados en la preocupación no vamos a solucionar el posible problema.
Y como el Señor escucha cada una de nuestras oraciones, no tenemos más que orar y esperar.
El Padre Pío se definía a sí mismo como un pobre fraile que ora.
Y toda su enseñanza se concentró en la primacía de la oración y en la necesidad de convertirse en oración, como había sucedido con Jesús.
Su oración no era la ocupación de la madurez o la vejez, como les sucede a muchos, sino una dimensión continua de su existencia terrena.
Decía, «tan pronto como empiezo a orar, inmediatamente siento que el alma comienza a alcanzar una paz y tranquilidad que no se puede expresar con
palabras».
La vida del Padre Pío ha sido una oración continua, día y noche, solo y con gente, con rosario o sin rosario, no hacía más que rezar.
Decía, «no te preocupes por obtener los resultados de punto y coma de inmediato, siempre ora y nada más».
Incluso en los momentos oscuros, en la larga noche de los años de persecución dentro de la Iglesia, el Padre Pío no abandonaba la oración, cuanto
más oscuro era el horizonte, más ferviente era su oración.
Con la oración encontraba serenidad y fuerza, y ganaba las batallas de la vida.
La oración durante su larga misa y durante su visita al Santísimo Sacramento se volvió famosa, porque la gente se dio cuenta de que era lenta,
tranquila, larga, serena, silenciosa y dolorosa.
Siempre estaba con un rosario en la mano y cuando le preguntaban «¿cuántos rosarios al día reza, tres, cuatro?».
Y su respuesta era muy enfática, «¡que tres o cuatro! Cien, doscientos rosarios al día».
Un día sus hijos espirituales le pidieron que les dejara su herencia espiritual y respondió inmediatamente sin pensar siquiera, «el
Rosario».
Tenía una pasión especial por María, de joven escribió que toda su vida estuvo bajo el manto de la Virgen, se sentía «protegido y guiado por tan
tierna Madre».
Pero el amor al Sagrado Corazón de Jesús que cultivó el Padre Pío fue sobrenatural, y lo más importante de su devoción.
Su corazón palpitaba siempre al unísono con el de Jesús, hasta fundirse con Él, y lograba esa sincronización a través de la llamada Oración
Irresistible, que rezaba diariamente.
La sincronización de su corazón con el de Jesús fue tal, que a los 31 años, tuvo una experiencia que completó su itinerario espiritual y lo
transformó físicamente: la transverberación del corazón.
Que es una gracia santificadora en que el alma, ardiente de amor por Dios, logra una unión íntima con Dios y siente su corazón traspasado por un
fuego sobrenatural.
El 18 de abril de 1912 diría a su guía espiritual, «El Corazón de Jesús y el mío, se fundieron, no eran ya dos corazones que latían, sino uno
solo. Mi corazón había desaparecido, como una gota de agua que se pierde en el mar».
Y del día 5 al 7 de agosto de 1918 le ocurrió el fenómeno místico de la Transverberación del Corazón o Asalto del Serafín, que significó la unión
física real de su corazón con el de Jesús.
Y que fue el preludio de la aparición de los estigmas, que ocurrirán el día 20 de septiembre de ese mismo año, cuando oyó la voz del Señor que le
dijo «te asocio a mi Pasión».
Cuenta que estaba confesando y de repente apareció un serafín con un hierro, con una punta muy afilada y fuego en el extremo, que le hirió el
corazón.
Se sintió morir y ese martirio duró hasta la mañana del día siete.
Fue la dolorosa unión con el Corazón de Jesús, una herida que debió dividir en dos su corazón.
Esa misteriosa herida era viva, real y visible en su carne.
Comenzaba en la parte baja del corazón y se extendía hacia abajo de la espalda.
Era la llaga del costado que sufrió Jesús.
Tenía la forma de una aspa o X y la apariencia de una profunda quemadura en el costado.
Y esa unión, entre otras cosas, le llevó a crear la Oración Irresistible que rezaba todos los días.
Sobre la que decía que el Señor no se podía resistir, porque esta forma de petición de gracias se basa en tres promesas que Jesús mismo
hizo.
La Oración Irresistible se basa en la Palabra de Dios que aparece en Mateo 7: 7 Pidan y se les dará; en la promesa de Juan 14:13, que todo lo que
pidan en el nombre de Jesucristo al Padre, Él lo dará; y la promesa de que su palabra es para todos los tiempos, en Mateo 24:35 dice que Su palabra no pasará.
La oración es la siguiente:
«Oh Jesús, que dijiste: Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el
que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá’
Te pido la gracia… y ahí se pide la gracia.
Luego se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Y la jaculatoria «Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío y espero».
A continuación, se invoca la segunda promesa.
«¡Oh Jesús, que dijiste: ‘Todo lo que pidan en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo’.
Te pido la gracia… y ahí se pide la gracia.
Luego se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Y la jaculatoria «Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío y espero».
Y luego se invoca la tercera promesa.
«Oh Jesús, que dijiste: ‘El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán’
Te pido la gracia… y ahí se pide la gracia.
Luego se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Y la jaculatoria «Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío y espero».
Y se puede completar con otras dos oraciones adicionales.
Una es una oración al Sagrado Corazón de Jesús:
«Oh Sagrado Corazón de Jesús, a quien es imposible no tener compasión por los desdichados, ten piedad de nosotros, pobres
pecadores, y concédenos la gracia que te pedimos, por intercesión del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros».
Y la otra es la Salve Regina: «Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A
ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén».
Esta Oración Irresistible se puede rezar también en novena, 9 días consecutivos, para pedir una gracia
urgente.
Novena por las animas se puede rezar en cualquier fecha por los fallecidos.
ORACIÓN PARA PONERME EN PRESENCIA DE DIOS
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, te doy gracias de todo corazón por todo lo que me has dado, en especial, este momento de intimidad contigo. Vengo ante Ti con todo lo que soy y tengo. Bien sabes que en mi corazón hay
tristezas y alegrías; en mi vida diaria, dificultades y bonanzas… pero no hay nada que no proceda de Ti. Todo lo bueno que tengo procede de tus manos amorosas. Gracias, Jesús. Enséñame a recibir
todo lo que Tú me quieras regalar. Amén
2 ORACIONES PARA PEDIR TRABAJO
ORACIÓN PARA CONSEGUIR EMPLEO
Señor mi Dios, tú que eres bueno y misericordioso, tú que puedes hacer todo por nosotros y a nadie le niegas tu ayuda, estoy aquí frente a ti con mi corazón en mis
manos, para pedirte (decir lo que necesitamos). Tú que has multiplicado el pan y tú que dijiste “tómalo y cómelo todo “ahora más que nunca, Señor, necesito estar satisfecho, porque es verdad que
el hombre no vive solo de pan. Por favor ayúdame a encontrar un trabajo, elimina de mi corazón todas las preocupaciones y dame esa estabilidad que he estado buscando por mucho tiempo. Señor, mi
Dios, yo solo quiero seguir el ejemplo de tus palabras” Danos hoy el pan de cada día”, y no quiero riquezas, solo lo suficiente para vivir con dignidad y para poder proveer a todos mis seres
queridos y a todas las personas que han confiado cuidar. Señor Jesús ten piedad de mí, concédeme esta gracia estaré agradecido contigo eternamente, y ayudaré a otros necesitados como yo en este
momento, levantando una acción de gracias por tu misericordia sin límites. Amen.
1 padrenuestro y 1 Avemaría para finalizar.
OTRA ORACIÓN PARA CONSEGUIR TRABAJO PIDIENDOLE AL ESPIRITU SANTO
Oh, amado Espíritu Santo de Dios, en este día te pido con todo mi corazón que me guíes en la búsqueda de un trabajo que llegue a cumplir con cada una de mis
necesidades y con las necesidades de mi familia, por favor mi señor te pido que seas tú mi gran consolador que me dirijas por el buen camino.
Espíritu Santo, te pido que el trabajo que consiga llegue a cumplir con todo lo que necesitamos, que puede llevar el alimento a mi familia, cumplir con cada una de
sus necesidades como calzado, vestimenta y más, te lo pido mi señor amado, por favor provee de este buen trabajo para por cumplir con mi familia. Gracias Espíritu Santo de Dios. Amén
ORACIÓN PARA PONERNOS EN PRESENCIA DEL SEÑOR
Señor, creo que me has dejado la oración como el mejor medio para
poder encontrarme contigo. Creo que eres mi Dios y mi Señor y que siempre quieres lo mejor para mí. Tú conoces bien lo que necesito y por ello te pido me lo concedas. Aumenta mi fe, mi esperanza
y mi caridad. Dame la gracia de ser siempre fiel a tu amistad y jamás permitas que nada ni nadie me separe de ti. Me pongo en tus manos para que me conduzcas por donde me quieras llevar. Ayúdame
a ser un buen discípulo tuyo.
ORACIÓN DE LOS PRIMEROS VIERNES DEL MES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Oración para los primeros viernes del Corazón de Jesús: Oh buen Jesús, que prometiste asistir en vida, y especialmente en la hora de la muerte, a quien invoque con confianza tu Divino Corazón!,
te ofrezco la comunión del presente día, a fin de obtener por intercesión de María Santísima, tu Madre, la gracia de poder hacer este año los nueve primeros viernes que deben ayudarme a merecer
el cielo y alcanzar una santa muerte. Amén.
Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo mi alma. Amén
ORACIÓN A SAN JUDAS TADEO PARA COSAS DIFICILES
El siempre milagroso san Judas Tadeo, gloriosísimo Apóstol de muchas gentes, seguidor infatigable de Jesucristo y propagador del Santo Evangelio, derramó su sangre y perdió la vida por
defender la fe verdadera. Por ser pariente cercano de la Sagrada Familia tuvo trato familiar y continuo con ellos y fue uno de los 12 Apóstoles.
Por sus virtudes, su fidelidad, por sus trabajos apostólicos y por su martirio, el Señor le concedió el privilegio de socorrer pronto y visiblemente a la humanidad en los CASOS MÁS DESESPERADOS,
de las causas perdidas o muy complicadas y desde los Cielos nos ayuda a conseguir lo que necesitamos. Su festividad se celebra el día 28 de octubre.
Por muy grave que sea tu necesidad o dificultad, por mucho que estés padeciendo, confía en la bondad y poder de san Judas, reza con mucha fe y pide a san Judas Tadeo te socorra y libre de toda
adversidad:
ORACIÓN DE PETICIÓN
A SAN JUDAS TADEO
Glorioso apóstol San Judas Tadeo
siervo fiel y amigo de Jesús,
tú que eres el bendito patrón
de los casos difíciles y desesperados,
ruega e intercede por mí con presteza,
pues me encuentro lleno de agobios
en esta hora de gran desdicha.
Mi muy sagrado san Judas Tadeo
socórreme visible y prontamente,
por favor, no desoigas mi petición,
pues yo acudo a ti con impaciencia
y con la mayor de las esperanzas,
me acerco a ti sabiendo que es grande tu bondad
y no dejas de ayudar a quien a ti recurre
en sus penas y aflicciones, en sus tribulaciones,
aunque por tu nombre fueras tachado de desleal.
Te prometo, glorioso y servicial san Judas
recordar siempre este gran favor,
que estoy seguro recibiré de tus manos,
y no dejar nunca de honrarte
como mi más poderoso protector
y mi grandísimo benefactor,
hoy te pido ayuda y tu poderosa mediación
para solucionar este muy difícil problema
que es causa de mi desesperación:
(Hacer ahora con fervor la petición).
Se que tu me puedes ayudar e interceder por mi ante el Señor,
pues no dejas de socorrer a los que con fe a ti acuden,
te suplico: ruega por mí, sabes que te necesito
y aunque mi solicitud es difícil tu poder es grande,
y más grande es aun tu generosidad hacia los hombres.
"San Judas Tadeo, Apóstol Glorioso,
haced que mis penas se vuelvan gozo."
(Esta última estrofa se repite tres veces,
con mucha devoción y esperanza,
y confiando plenamente en san Judas Tadeo
que con presteza responde a las peticiones).
Siempre te tendré presente en mi vida y en mis oraciones.
Gracias san Judas Tadeo por auxiliarme,
gracias por ser bueno y comprensivo,
por ser eficaz abogado y amable protector
con los que te invocan en sus tribulaciones.
En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
Amén. +
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
La oración y los rezos se hacen pidiendo con fe y afecto
la mediación de san Judas Tadeo durante tres días seguidos,
pero si la petición es muy difícil y desesperada,
es conveniente hacerla nueve días, como una novena.
Todos los santos nos acercan a nuestro Padre Dios y san Judas Tadeo es el más apropiado cuando la desesperación nos invade, él es el patrón de los casos imposibles y por medio de esta oración
puedes conseguir que mejore todo lo que te preocupa y te hace padecer. Haz la oración con convicción y, desde lo mas profundo de tu corazón, ruégale te tienda su mano generosa y te ayude a
solucionar lo que te tiene preocupado y que tú no puedes solucionar por tus medios.
ROSARIO BIZANTINO Y OTRAS ORACIONES
Una recopilación de oraciones y novenas de exorcismo, liberación y renovación espiritual.